Dentro de la Unión Europea, el Consejo Europeo de Investigación ha destinado fondos para estudiar cómo las vides interactúan con su entorno a través de compuestos orgánicos volátiles (COV), que alertan a las plantas sobre peligros inminentes. La ecología química de las plantas es fundamental en la actualidad, ya que estas interacciones son esenciales para la salud de los ecosistemas y para el avance de prácticas agrícolas sostenibles. A través de la investigación de cómo las plantas responden químicamente a su entorno, se pueden abordar desafíos complejos y promover una mayor conciencia sobre la conservación y el uso responsable de los recursos naturales. Las plantas aromáticas, en particular, son excelentes centinelas, ya que pueden emitir COV rápidamente en caso de infestación. Cuando una planta cercana percibe estas moléculas, reacciona preparándose para defenderse, lo que puede incluir la producción de compuestos para repeler plagas o alertar a otras plantas. Aunque estas interacciones han existido siempre, solo recientemente han comenzado a ser objeto de estudio, especialmente en plantas perennes, donde la investigación aún está en sus primeras etapas. El proyecto financiado por el Consejo Europeo de Investigación tiene como objetivo investigar cómo la Vitis vinifera interacciona con otros organismos cuando es alertada por plantas aromáticas sobre la aparición de flavescencia dorada, una enfermedad grave que causa cuarentenas en parcelas vitícolas. Aunque se ha detectado la bacteria Xylella fastidiosa en olivos de varias provincias argentinas, no se ha encontrado en vides, lo que hace que esta investigación sea aún más relevante. Este estudio es pionero por su enfoque en todas las interacciones multitróficas, como las relaciones planta-planta, vid-herbívoro y vid-enemigos naturales de los herbívoros, y se llevará a cabo a lo largo de cinco años para observar variaciones estacionales. Según Foteini Paschalidou, se espera caracterizar cómo la vid atrae o repela a diferentes insectos a lo largo del año. Los experimentos se realizarán en diversas condiciones —laboratorio, invernaderos, jardines y campos abiertos— para reflejar el entorno real, teniendo en cuenta factores como la variabilidad climática. Los resultados podrían abrir nuevas soluciones para reducir el uso de productos químicos en la viticultura, como el control biológico mediante la atracción de enemigos naturales de las plagas o la diversificación de cultivos utilizando plantas aromáticas. Además, se están explorando estrategias que involucran feromonas e incrementos en la producción de COV mediante modificaciones genéticas y el uso de compuestos como el ácido salicílico, que mejora la defensa de las plantas. La manipulación de terpenos también ha demostrado influir en cómo los insectos seleccionan sus hospedadores, lo que sugiere que los COV son herramientas prometedoras para el control de plagas en la agricultura moderna. En resumen, el estudio de la ecología química en los viñedos no solo contribuirá a la comprensión de las interacciones entre las vides y su entorno, sino que también establecerá bases sólidas para investigaciones futuras sobre enfermedades de importancia para Argentina, potenciando el desarrollo de prácticas agrícolas más sostenibles y efectivas.     Fuente https://www.inrae.fr/en/news/erc-grant-deciphering-volatile-signals-threatened-vineyard https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/221996/CONICET_Digital_Nro.434567ea-c8ad-4d5b-928c-30c856904cff_B.pdf?sequence=2&isAllowed=y https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-09342019000300729