Chile como país potencia agroindustrial regional ha presentado una guía que proporciona orientación práctica para la certificación de proyectos que reducen gases de efecto invernadero (GEI) y permiten la emisión de créditos de carbono. Este avance es un llamado de atención para la vitivinicultura argentina, que enfrenta retos similares en su búsqueda de sostenibilidad y posicionamiento internacional. En una nota anterior explicamos las diferencias entre créditos de carbono, bonos verdes y certificados de carbono. En esta ocasión, exploraremos el estado actual de los mercados voluntarios de carbono, su relevancia para el sector vitivinícola y los tipos de proyectos que pueden implementarse en la región para reducir las emisiones de GEI. Los mercados voluntarios de carbono han enfrentado desafíos como la disminución de precios y volúmenes debido a controversias sobre la adicionalidad de algunos proyectos y las críticas por prácticas de greenwashing. Sin embargo, estas dificultades también han llevado a la creación de estándares más estrictos y transparentes, lo que ofrece oportunidades para sectores como el vitivinícola. Para las bodegas argentinas, participar en estos mercados no solo podría permitirles compensar sus emisiones, sino también fortalecer su reputación en mercados internacionales. Los consumidores globales, especialmente en mercados premium como Europa y Norteamérica, valoran cada vez más los productos asociados a prácticas sostenibles. La industria del vino, una actividad intensiva en recursos naturales, genera emisiones de GEI en etapas clave como el cultivo de la vid, la vinificación, el transporte y el embalaje. La implementación de proyectos certificados para la reducción de emisiones puede transformar estos desafíos en oportunidades. Los créditos de carbono y los proyectos de sostenibilidad pueden aportar beneficios como:
  • Reducción de costos operativos: mediante proyectos de eficiencia energética o manejo de residuos.
  • Mayor acceso a mercados internacionales: donde las certificaciones sostenibles son cada vez más valoradas.
  • Mejora de la imagen de marca: asociándose con prácticas responsables y respetuosas con el medio ambiente.
Ejemplos de proyectos aplicables al sector vitivinícola
  1. Soluciones basadas en la naturaleza (SbN):
    • Reforestación y agroforestería: Incorporar árboles en viñedos para mejorar la captura de carbono, proteger los suelos y fomentar la biodiversidad.
    • Agricultura regenerativa: Uso de prácticas que mejoren la salud del suelo y capten carbono.
  2. Energía renovable:
    • Paneles solares en bodegas y viñedos: Reducir el uso de electricidad convencional mediante la instalación de sistemas solares.
    • Energía eólica: Aprovechar las condiciones climáticas de zonas vitivinícolas aptas para proyectos eólicos.
  3. Gestión de residuos y captura de metano:
    • Digestión anaeróbica: Transformar desechos orgánicos del proceso de vinificación en biogás utilizable como fuente de energía.
    • Compostaje: Reducir emisiones de metano al compostar restos de poda y orujos, generando un fertilizante natural.
  4. Eficiencia energética:
    • Mejora de equipos en bodegas: Implementación de tecnologías modernas en refrigeración y sistemas de bombeo para reducir el consumo de energía.
  5. Captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS):
    • Proyectos piloto en grandes bodegas para capturar y almacenar CO₂ del proceso de fermentación.
Lecciones de Chile para Argentina Chile, como país vecino y competidor en el mercado vitivinícola, ha avanzado en la certificación de proyectos que promueven prácticas sostenibles. Este enfoque puede servir como referencia para Argentina, donde las bodegas pueden:
  • Adoptar estándares internacionales como los utilizados en Chile para garantizar la calidad de los créditos de carbono generados.
  • Impulsar asociaciones público-privadas que faciliten el acceso a financiamiento para proyectos sostenibles.
  • Promover la colaboración entre bodegas para proyectos de mayor escala y mayor impacto ambiental.
La guía chilena es un ejemplo del camino a seguir para que Argentina no solo reduzca sus emisiones de GEI, sino que también fortalezca su liderazgo en sostenibilidad en el mercado global del vino. Apostar por la certificación y desarrollo de proyectos innovadores podría marcar la diferencia en un sector cada vez más competitivo y consciente del impacto ambiental. Fuente https://mma.gob.cl/mma-lanza-guia-para-la-certificacion-de-proyectos-de-reduccion-de-emisiones-de-gases-de-efecto-invernadero/