En una provincia como Mendoza, que se destaca como un oasis de regadío en medio de un entorno árido, contar con una legislación robusta y protectora del recurso hídrico es de vital importancia. La provincia depende profundamente del agua para su sustento agrícola, económico y social, siendo el regadío la columna vertebral de su actividad vitivinícola y de otros cultivos clave. Una legislación eficaz no solo asegura la gestión sostenible y equitativa de este recurso esencial, sino que también protege el equilibrio ecológico de la región y garantiza la viabilidad a largo plazo de su desarrollo. En un contexto de creciente variabilidad climática y presiones sobre los recursos naturales, una normativa que salvaguarde y optimice el uso del agua se convierte en una herramienta indispensable para preservar la riqueza y asegurar el bienestar de sus comunidades y su economía. Mendoza está dando un paso crucial hacia la modernización y fortalecimiento de su gestión de recursos hídricos. Se está llevando a cabo un anteproyecto del Código de Aguas, el cual se está desarrollando mediante un proceso participativo y transparente. Este es un momento clave para que todos los interesados, desde productores hasta ciudadanos, tengan la oportunidad de influir en el futuro del agua en nuestra provincia. El pasado 15 de julio se comenzó con la fase 3 de consulta que deja abierta la participación para que los interesados puedan dar su opinión y realizar sugerencias. Esta etapa finaliza el 15 de agosto del 2024. También en este mes se convocarán a reuniones, mesas de trabajo y encuentros presenciales y virtuales. ¿En qué consiste el proceso participativo?
  1. Informarse: En primer lugar, te invitamos a familiarizarte con los lineamientos generales del anteproyecto. Entender el contexto y los objetivos de esta nueva legislación es fundamental para una participación efectiva.
  2. Completar una Encuesta: Tu opinión es valiosa. Participa en la encuesta diseñada para recoger tus perspectivas y preocupaciones sobre el anteproyecto. Esto ayudará a definir qué aspectos son prioritarios y cómo se deben abordar.
  3. Realizar Propuestas: En función de la información recibida y las respuestas obtenidas, se abrirá un espacio para la presentación de propuestas. Si tienes ideas o sugerencias específicas, este es el momento de hacerlas llegar.
  4. Debatir en Encuentros: Las propuestas serán discutidas en encuentros presenciales y virtuales. Estos foros están diseñados para fomentar el diálogo y el debate constructivo sobre las diferentes propuestas y ajustes necesarios.
¿Por qué es importante tu participación? La Ley de Aguas actual, vigente desde 1884, ha demostrado ser insuficiente frente a los cambios sociales, económicos y ambientales que hemos vivido. La nueva normativa busca lograr:
  • Seguridad Jurídica: Reordenar el régimen de aguas de manera clara y accesible.
  • Gestión Integral: Enfrentar la disminución de la disponibilidad hídrica con una gestión más coordinada y eficiente.
  • Seguridad Hídrica: Asegurar una disponibilidad adecuada de agua para todos los usos, enfrentando los desafíos climáticos.
  • Preservación: Mantener y mejorar la calidad del agua, considerando tanto la cantidad como la calidad en un contexto de escasez.
  • Participación: Fortalecer la inclusión de usuarios y ciudadanos en la toma de decisiones sobre la gestión del agua.
La participación en este proceso no solo garantiza que diferentes necesidades y preocupaciones sean escuchadas, sino que también contribuye a la creación de una legislación que refleje los intereses y realidades de la comunidad. Para más detalles sobre cómo participar y acceder a la documentación del anteproyecto, visita la siguiente página web https://participa.irrigacion.gov.ar/processes/anteproyecto Cabe destacar que la metodología participativa empleada para el desarrollo del anteproyecto del Código de Aguas de Mendoza es esencial para garantizar que todas las partes interesadas puedan contribuir y que las decisiones reflejen un consenso bien informado. Este proceso comienza con la difusión de información inicial, donde se proporciona a todos los participantes una visión clara de los antecedentes, problemas identificados y posibles soluciones relacionadas con la gestión del agua. Luego, se utilizan encuestas y consultas para recopilar opiniones y preocupaciones de agricultores, comunidades locales, industrias y expertos en recursos hídricos, facilitando una comprensión profunda de las diversas perspectivas. Las propuestas formuladas por los participantes se discuten en debates y encuentros presenciales o virtuales, permitiendo un intercambio de ideas constructivo y la negociación de soluciones. Este enfoque asegura que todas las voces sean escuchadas y que el proceso sea inclusivo y equitativo. Además, los principios de inclusividad, transparencia y rendición de cuentas son fundamentales en este proceso participativo. Se busca la participación activa de todos los actores relevantes, asegurando que se escuchen y consideren todas las perspectivas. La transparencia es clave, con toda la información y los resultados del proceso disponibles para los participantes y el público en general. Los organizadores se encargan de que las contribuciones sean equitativamente valoradas y que las decisiones finales reflejen un balance adecuado de las diferentes necesidades y opiniones. Contar con facilitadores capacitados y apoyo técnico adicional de expertos en diversas disciplinas ayuda a guiar el proceso de manera imparcial y a respaldar las discusiones. Este enfoque no solo incrementa la legitimidad y aceptación del anteproyecto, sino que también mejora la calidad de las decisiones y fomenta un mayor compromiso cívico en la gestión de los recursos hídricos.   Fuente https://participa.irrigacion.gov.ar/processes/anteproyecto