En la última década, la vitivinicultura ha experimentado una profunda transformación impulsada por la nanotecnología, respaldada por capitales de riesgo y el surgimiento de startups innovadoras. Esta revolución ha desafiado las prácticas tradicionales arraigadas durante siglos, abriendo nuevas posibilidades desde la producción hasta el envasado. La nanotecnología ha permitido el desarrollo de nano-enología, utilizando nanomateriales para mejorar la calidad del vino, desde la eliminación de contaminantes hasta la medición precisa de parámetros como sabor y aroma. Además, la integración de sensores nanométricos en viñedos facilita un manejo personalizado de cultivos, mientras que los envases y tapones de vino nanotecnológicos prolongan la frescura y estabilidad del producto. Estos avances no solo promueven una producción más eficiente y sostenible, sino que también posicionan a la vitivinicultura en la vanguardia de la innovación tecnológica global. El respaldo financiero de capitales de riesgo ha sido fundamental para impulsar estas innovaciones. Inversionistas visionarios han reconocido el potencial disruptivo de las startups tecnológicas en el sector del vino, facilitando la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías y modelos de negocio. Esta colaboración entre emprendedores, científicos y financistas ha acelerado la adopción de soluciones innovadoras y ha posicionado a la industria vinícola en la vanguardia de la innovación tecnológica. El pasado 30 de mayo se llevó a cabo el encuentro Impulsa Federal Mendoza donde las aceleradoras GridX, Aceleradora Litoral, SF500, Cities, Embarca Aceleradora y Lodotech contaron cómo trabajan y emprendedores tecnológicos de distintas áreas pudieron exponer sus proyectos e ideas. A su vez en Chile se realizó el Wine Innova Tech que convocó a talentos tanto nacionales como internacionales con el propósito de fomentar el intercambio de conocimientos, la creación de redes sólidas y la transferencia de buenas prácticas en el ámbito del emprendimiento y la innovación dentro de la industria de vinos, destilados de vinos y enoturismo con la finalidad de acelerar el desarrollo y fortalecimiento de estos ecosistemas dinámicos de emprendimiento en la región de Valparaíso. Lo anterior refleja como los ecosistemas emprendedores están en auge y toman fuerza para dar soluciones innovadoras a las problemáticas y necesidades actuales. Entre las tecnologías de gran alcance e impacto se encuentra la nanotecnología, donde se detallan algunos beneficios que han traído hasta el momento en el campo de la vitivinicultura. Estos son: -Sensores Nanométricos Sensores nanométricos integrados en el viñedo proporcionan datos precisos sobre condiciones ambientales y estado de las plantas, permitiendo ajustes personalizados en el manejo del cultivo. Funcionan a escala molecular, permitiendo la detección precisa de fenómenos físicos, químicos o biológicos en entornos minúsculos. Construidos con materiales como nanotubos de carbono o nanopartículas metálicas, estos sensores interactúan con su entorno de manera sensible y específica. Por ejemplo, pueden medir cambios en la conductividad eléctrica, fluorescencia u otras propiedades que varían en respuesta a estímulos externos. Esta interacción es luego transducida en señales detectables, que son procesadas electrónicamente para proporcionar datos detallados sobre las condiciones del entorno monitorizado. Por otro lado, existen los nanosensores que ayudan a medir los niveles de azúcar y acidez de las uvas. Esto es beneficioso para controlar procesos como la fermentación y el envejecimiento, lo que da como resultado vinos de mejor calidad. La versatilidad de los sensores nanométricos se refleja en su capacidad para transformar la manera en que comprendemos y manipulamos nuestro entorno. Su tamaño diminuto y su alta sensibilidad los hacen ideales para aplicaciones donde la precisión es crucial. Envases y tapones de vino Uno de los enfoques principales es el uso de nanopartículas o nanocompuestos en los materiales de empaque, tales como polímeros o vidrio recubierto. En primer lugar, los envases fabricados con nanotecnología pueden mejorar la barrera contra el oxígeno y la humedad. Esto es crucial porque la exposición al oxígeno puede oxidar el vino, afectando su sabor y aroma con el tiempo. Los nanomateriales pueden ser diseñados para tener estructuras ultrafinas que minimizan la permeabilidad, manteniendo así condiciones más estables dentro del envase y prolongando la vida útil del vino. Los tapones de vino también se benefician de la nanotecnología. Los tapones pueden estar recubiertos con nanopartículas que ayudan a prevenir la infiltración de oxígeno y bacterias, reduciendo el riesgo de contaminación y mejorando la consistencia del ambiente en el que el vino envejece. Estos recubrimientos pueden ser activos, liberando sustancias antimicrobianas o antioxidantes de manera controlada para proteger el vino de deterioros indeseados. Otro aspecto crucial es la capacidad de los nanomateriales para modular la interacción entre el vino y el envase o el tapón. Por ejemplo, ciertos nanocompuestos pueden ser diseñados para absorber compuestos volátiles que podrían afectar negativamente el sabor del vino, actuando como una barrera adicional de protección. Barricas de vino Los recubrimientos nanotecnológicos refuerzan la estructura de la madera de las barricas, aumentando su resistencia al impacto y al desgaste. Las nanopartículas llenan los poros microscópicos de la madera, fortaleciendo su estructura interna y proporcionando una barrera física que protege contra la humedad y los agentes externos. Esto no solo prolonga la vida útil de las barricas, sino que también contribuye a mantener la integridad de los sabores y aromas del vino almacenado. La nanotecnología permite desarrollar materiales que regulan la permeabilidad de las barricas, optimizando así el intercambio de oxígeno durante el proceso de envejecimiento del vino. Al controlar de manera precisa la cantidad de oxígeno que penetra en la madera, se pueden mejorar las condiciones de fermentación y maduración, garantizando una calidad consistente del vino. Estos avances representan un paso adelante en la artesanía vinícola al combinar tradición con innovación, asegurando que cada barrica no solo proteja, sino que también mejore la experiencia sensorial única que ofrece el vino. Filtros y membranas Los filtros nanotecnológicos están diseñados con poros extremadamente pequeños, a escala nanométrica, que permiten retener partículas microscópicas y proteínas que podrían enturbiar el vino. Estos poros son mucho más finos que los utilizados en los filtros convencionales, lo que proporciona una filtración más efectiva sin afectar negativamente los componentes esenciales del vino. Además, las membranas nanotecnológicas son capaces de separar de manera selectiva moléculas indeseables, como compuestos fenólicos y metales pesados, que podrían afectar el sabor y la estabilidad del vino. Estas membranas pueden estar funcionalizadas con nanopartículas que tienen propiedades específicas de adsorción o repulsión, facilitando así la purificación y refinamiento del producto final. El uso de filtros y membranas nanotecnológicas no solo mejora la calidad del vino al eliminar contaminantes de manera más efectiva, sino que también reduce la dependencia de aditivos químicos que pueden tener efectos secundarios no deseados. Esto representa un avance significativo en la producción vinícola al promover prácticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, al tiempo que garantiza una mayor pureza y estabilidad del vino para el disfrute de los consumidores. Enzimas nanotecnológicas Las enzimas nanotecnológicas representan una innovación clave al mejorar las propiedades y funciones de los catalizadores biológicos mediante técnicas como la encapsulación nanométrica para aumentar su estabilidad y actividad en condiciones extremas, así como la modificación de superficies con nanopartículas para mejorar la afinidad por sustratos específicos y facilitar la recuperación y reutilización eficiente post-reacción. Además, se han desarrollado biosensores y biochips basados en estas enzimas nanoestructuradas, permitiendo la detección precisa de sustancias con alta sensibilidad. Fitosanitarios más eficientes y sostenibles Desarrollo de nanomateriales para la gestión de plagas y enfermedades en los viñedos. Utilizan nanotecnología para crear formulaciones que protegen las plantas de manera efectiva y eco-amigable. Esto se logra mediante productos fitosanitarios más eficaces y sostenibles que los convencionales, fertilizantes con menor impacto ambiental. Los nanotransportadores, en particular, destacan por su capacidad para dirigir sustancias bioactivas específicamente a las partes de las plantas que más lo necesitan, mejorando así su salud y reduciendo la dependencia de agroquímicos. Este camino hacia la innovación no está exento de desafíos. Las resistencias culturales y regulatorias, así como las preocupaciones éticas en torno al uso de organismos genéticamente modificados, han planteado barreras significativas. Además, la necesidad de equilibrar la tradición vinícola con las demandas del consumidor moderno y la sostenibilidad ambiental continúa siendo un tema de debate y reflexión dentro de la industria. De todos modos son muchos los actores que impulsan la creación de start ups tecnológicas que den soluciones innovadoras a las problemáticas y necesidades que se presentan en la actualidad muy relacionadas con el uso eficiente de los recursos, el cambio climático y cuidado del ambiente. Fuentes https://www.diariofruticola.cl/noticia/noticias-agricolas/2024/04/columna-la-nanotecnologia-emerge-para-revolucionar-el-sector-agropecuario https://wineinnovatech.com/ https://www.corfo.cl/sites/cpp/sala_de_prensa/regional/movil/10_06_2024_vitivinicola_valpo;jsessionid=9TkWMv3EzPZsMDoyICXwfZ8-7pCe9u-wa-X9nRTGe4xnK04zEccb!-1786829348!409934032Bottom https://cfi.org.ar/impulso_federal_mendoza