En la viticultura moderna, los sensores desempeñan un papel crucial al proporcionar datos precisos y en tiempo real sobre diversos aspectos ambientales y agronómicos. Estos se denominan “datalogger”, dispositivos electrónicos diseñados para recolectar datos de manera automática y continua a lo largo del tiempo. Estos equipos son fundamentales en diversas aplicaciones donde se requiere monitorear y registrar por ejemplo datos de variables ambientales. Los dataloggers, mediante programación automática, capturan y almacenan datos sin intervención humana continua. Los datos registrados se guardan en memoria interna o tarjetas de memoria, dependiendo del modelo, y algunos permiten la transmisión inalámbrica para monitoreo remoto en tiempo real. Además, se pueden configurar intervalos de muestreo, umbrales de alerta y otras condiciones según las necesidades de la aplicación. Muchos dataloggers cuentan con interfaces gráficas o software especializado para la configuración, visualización y análisis de los datos recolectados. En el sector vitícola, los equipos dataloggers juegan un papel crucial en la monitorización y gestión de variables ambientales y condiciones específicas que afectan el cultivo de la vid y la calidad del vino, generando datos esenciales para la gestión agronómica precisa en viñedos. Y aquí surge las preguntas, los sensores utilizados qué parámetros o variables miden y qué información nos muestran: -Sensores Meteorológicos: Miden temperatura del aire, humedad relativa, velocidad y dirección del viento, precipitación, radiación solar, entre otros. Ayudan en la planificación del riego, control de enfermedades relacionadas con el clima, programación de actividades agrícolas según las condiciones meteorológicas. La medición de la temperatura del aire es crucial para un correcto manejo contra heladas, tan determinante en el crecimiento y producción de las vides. La radiación solar recibida por las hojas de la vid afecta directamente la fotosíntesis y la producción de azúcares en las uvas, lo cual es crucial para la calidad del vino. La humedad relativa del aire influye en la transpiración de la planta y en la incidencia de enfermedades fúngicas como el mildiu y el oídio. El viento puede influir en la temperatura y la humedad ambiental, así como en la dispersión de plagas y enfermedades en el viñedo. La cantidad y frecuencia de las precipitaciones son críticas para el manejo del riego y pueden afectar la cantidad y calidad de la cosecha de uvas. -Sensores de Humedad del Suelo: Registran niveles de humedad del suelo en diferentes profundidades. Permiten una gestión precisa del riego, evitando tanto el estrés hídrico como el exceso de agua, lo cual mejora la eficiencia del uso del agua y optimiza los rendimientos de los cultivos y los recursos energéticos. -Sensores de Conductividad Eléctrica del Suelo: Miden la conductividad eléctrica del suelo, que está relacionada con la salinidad y la textura del suelo. Ayudan en la gestión de la fertilización y en la detección de problemas de salinidad, permitiendo ajustes precisos en los programas de fertilización y en la selección de cultivos adecuados para cada tipo de suelo. -Sensores de Plagas y Enfermedades Permiten la generación de diversos indicadores como la presencia de insectos, patógenos y otros organismos dañinos. Facilitan la detección temprana de plagas y enfermedades, permitiendo intervenciones precisas y oportunas como la aplicación de pesticidas o métodos de control biológico. -Sensores de Nutrientes y pH del Suelo: Registran concentraciones de nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo, potasio, y el pH del suelo. Optimizan los programas de fertilización, asegurando una nutrición adecuada de los cultivos y evitando problemas de acidez o alcalinidad que puedan afectar la absorción de nutrientes. La temperatura y pH del suelo influyen en la absorción de nutrientes y agua por parte de las raíces de las plantas, así como en la actividad microbiológica del suelo. Ya analizamos las utilidades de los sensores datalogger y qué variables miden por lo que ahora vamos a ver la importancia de la densidad (cantidad por superficie) de los mismos al momento de la recolección de datos. En la agricultura moderna, la precisión y la eficiencia son clave para maximizar la producción y mitigar riesgos. Uno de los pilares fundamentales para lograr esta precisión radica en el uso del número adecuado de sensores y análisis de muestras a campo. Imaginemos una finca donde múltiples factores climáticos y ambientales influyen en la salud y rendimiento de los cultivos. Utilizar solo unos pocos sensores o muestras puede proporcionar una visión limitada y sesgada de la situación. En cambio, la instalación estratégica de un número suficiente de sensores, así como la recolección y análisis de muestras representativas a lo largo del tiempo, permiten obtener una visión holística y precisa de las dinámicas en juego. Es crucial comprender que no se trata simplemente de acumular datos, sino de utilizar millones de puntos de datos para identificar patrones significativos y consistentes. Este enfoque robusto y estadísticamente sólido no solo mejora la capacidad de modelizar y predecir eventos, sino que también proporciona representaciones detalladas y de calidad sobre cómo interactúan y evolucionan los factores dentro de la finca. Por ejemplo, la distribución estratégica de sensores meteorológicos, sensores de humedad del suelo, y sistemas de monitoreo de plagas y enfermedades, combinados con análisis de muestras de suelo y tejido vegetal, permite capturar la complejidad del entorno agrícola. Estos datos no solo ayudan a los agricultores a optimizar la gestión del riego y fertilización, sino también a anticipar y mitigar problemas potenciales antes de que afecten la producción. En resumen, el uso del número correcto de sensores y análisis de muestras en la agricultura no solo facilita la obtención de representaciones detalladas y de calidad, sino que también fortalece la capacidad de los agricultores para tomar decisiones informadas y adaptativas. Este enfoque data-driven es fundamental para la sostenibilidad y la rentabilidad en la agricultura contemporánea. Para abordar la necesidad de monitorear múltiples variables, el uso de tecnologías accesibles como Arduino (https://www.arduino.cc/) resulta muy útil. Arduino es una plataforma de hardware y software de código abierto diseñada para simplificar la creación de dispositivos electrónicos interactivos y proyectos de electrónica. Consiste en una placa con un microcontrolador y un entorno de desarrollo integrado (IDE) que facilita la programación y la conexión de sensores, actuadores y otros componentes electrónicos. Esta opción permite aumentar la cantidad de puntos de medición sin requerir conocimientos avanzados en electrónica. En nuestra región hay investigaciones científicas que han desarrollado sensores de temperatura del aire con la tecnología Arduino permitiendo un menor costo para la adquisición. A partir de la información recabada por los sensores, se pueden generar diversos tipos de mapas que proporcionan una visualización detallada y útil de los datos obtenidos. Estos mapas son fundamentales para la toma de decisiones precisas y la gestión eficiente de los cultivos. En una próxima nota vamos a ver qué tipos de mapas existen y qué decisiones de manejo del viñedo apoyan.   Fuentes Monitoreo de variables meteorológicas para la diferenciación del viñedo Regina Beatriz Aguilera 1, Carlos Alejandro Flores 1, Abel Omar Serú 2 Puesta a campo de un prototipo de medición en el viñedo. Evaluación del sensor de temperatura Regina Beatriz Aguilera1, Eva Marien Maure Russó1, Carlos Alejandro Flores Sterba1 , Abel Omar Serú2 y María Isabel Gassmann3,4