Continúa la cosecha 2023 en Chile y a este ritmo es probable que la recolección sea completa a finales de abril, mucho antes de la finalización normal que suele ser al término de mayo. La expectativa persiste en que el resultado final será inferior al promedio de 1.350 millones de litros anuales en un 15 a 25% debido a la sequía, para ubicarse en 2023 en torno a los 1.050 y 1.100 millones de litros, destaca un informe internacional de Ciatti Global Wine & Grape Brokers. La sequía en curso sigue siendo una preocupación importante para la viticultura como para todos los sectores agrícolas en Chile, como así también para la minería. Los meteorólogos predicen que el otoño, con sus temperaturas nocturnas frescas, también será seco, pero hay optimismo a futuro con un pronóstico de invierno más húmedo. La cosecha más corta ha ayudado a estimular mayores producciones tempranas, mejorando la performance internacional del Chardonnay de Chile durante este año. Y, especialmente, el Sauvignon Blanc, con precios que se ubican por encima de los niveles de la cosecha de 2022 y con algunos proveedores agotando sus stocks rápidamente por efecto de la mayor demanda. La rapidez de las ventas de la añada 2023 contrasta con el lento ritmo de carga y envío durante el 2022 para el Sauvignon Blanc y otros vinos chilenos, con volúmenes significativos en algunos casos que aún están esperando para moverse. Datos para enero y febrero de 2023 muestran que las exportaciones totales de vino de Chile son un 18,5% inferiores que los envíos registrados en los primeros dos meses de 2022. Tomando datos de enero y febrero de exportaciones, Chile vendió al mundo en 2023 106,04 millones de litros a un valor de U$S227,15 millones de dólares, esto es una baja del 18,58% en volumen en relación a los 130,25 millones de litros por U$S277,46 millones exportados en igual período de 2022. Hacia el interior de estos datos, el vino embotellado exportador por Chile registra una baja del 16,77% en volumen, mientras que los graneles cayeron 21,53% La retracción en los envíos de vinos chilenos a los mercados internacionales podría reflejar una disminución en las ventas del segmento minorista, ya que hay señales que muestran que la confianza del consumidor se hunde, especialmente en Europa donde la inflación en los precios de los alimentos es actualmente muy alta en mercados clave (incluyendo 18% en el Reino Unido y 20% en Alemania), lo que presiona fuerte las mediciones de inflación en general (deteriorando el poder de compra de los consumidores). Las exportaciones de los vinos tintos de Chile se han visto en su mayoría restringidas, por lo que los precios se han suavizado. Aunque el Carmenere ha desafiado la tendencia con una demanda sostenida por parte de los mercados, logrando precios estables o al alza. Al mismo tiempo ha habido una pequeña demanda de Malbec chileno de compradores internacionales que no pueden abastecerse en Argentina. Por su parte, el jugo de uva concentrado o mosto ha tenido buena demanda internacional, en especial de Asia, Canadá y EEUU, en este último mercado potenciado probablemente por la imposición de aranceles extra a las importaciones de mosto argentino en medio de una investigación antidumping en el departamento de Comercio de este importante mercado. En términos de competitividad cambiaria, el peso chileno ha estado fluctuando a ambos lados de la marca de los 800 por dólar en los últimos meses debido a factores económicos domésticos y a factores externos vinculados a la economía propia de Estados Unidos. Sin embargo, la caída del cobre en Chile, una menor producción minera y una baja mayor a la esperada en el índice de actividad económica del país debilitó la moneda nacional llevándola por encima de los 800 pesos chilenos por dólar en abril y podría mantenerlo estable en estos niveles durante los próximos meses. Global-Market-Report-April-2023