Brexit Update Reino Unido y la UE finalmente lograron un acuerdo comercial, siete días antes de que Reino Unido abandonara la unión aduanera y mercado único. El acuerdo establece el libre comercio de bienes y servicios, es decir, no habrá tarifas ni aranceles. US Tariff Update A partir del 12 enero, EEUU ha ampliado su aumento del 25% de los derechos de importación sobre los vinos europeos, incluyendo vinos franceses y alemanes con más de 14% de alcohol, tanto en botella como a granel. Estos aumentos arancelarios son una expansión de los vigentes desde octubre de 2019, sobre vinos de Francia, España, Reino Unido y Alemania (hasta 14% de alcohol y en embases menores a 2 litros). A fines de 2020, la UE tomó represalias contra esos aumentos imponiendo sus propios incrementos de aranceles de importación del 25% sobre otros artículos de EEUU (ron, brandy, entre otros). Desde entonces, la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) ha afirmado que esta respuesta fue desproporcionada, ya que la UE la basó en "datos comerciales de un período en el que los volúmenes comerciales se habían reducido drásticamente debido a los efectos de la pandemia”. Por ello, la USTR ahora ha impuesto estos nuevos aranceles. California 2020: El año que fue. California llegó a 2020 en una posición de exceso de oferta después del rendimiento record de 2018 de 4,28 millones de toneladas y con otra cosecha de gran tamaño en 2019 de 3,92 millones. El mercado a granel, por su parte, estuvo prácticamente inmóvil durante los últimos dos años (2018 y 2019) debido al exceso de oferta combinado con una demanda plana en el comercio minorista de EEUU, por lo que los precios han decaído. Los compradores internacionales que buscaban suministrar líneas de vino de California podían obtener contratos a largo plazo con una relación precio-calidad muy buena. Por el lado de las importaciones, las mismas se tornaron algo complejas desde octubre de 2019 (aumentos arancelarios). Las exportaciones de vinos franceses a EEUU cayeron un 18% en el último trimestre de 2019. En febrero de 2020 se reportaba que los precios eran estables y que los inventarios eran considerables. El principal desafío era trabajar con estos inventarios mientras las bodegas seguían reticentes a cubrir algo más que sus necesidades de corto plazo. La pandemia provocó un aumento en las ventas en los canales externos a las tiendas físicas. Las estimaciones para el periodo marzo-julio arrojaron un aumento del 26,6% en valores para estas ventas. La velocidad del repunte en el mercado a granel de California probablemente se acentuó por su lentitud previa, pero también fue impulsado por los grandes actores que suministran vinos a los canales fuera de las tiendas físicas, con denominación de mercado medio. Con el cierre de las instalaciones en muchas partes del país, el mercado a granel se bifurcó: los vinos con denominación de origen de California a precios minoristas se vendían bien (los precios se reafirmaban a medida que el inventario caía), mientras que la actividad en los vinos costeros seguía siendo limitada. Los proveedores de marcas comerciales bien ubicadas redujeron aún más el inventario al sacar del mercado a cualquier vino a granel que tenían a la venta para usarlo ellos mismos. La tercera semana de julio comenzó la cosecha 2020. Sin embargo, debido a las grandes tormentas de agosto, que provocaron incendios de zonas secas y exposición al humo en las zonas costeras y del norte, la vendimia se vio retrasada y se estimó que el rendimiento del área fue un 10-20% menor que el promedio. Como resultado, pronosticó una cosecha total que alcanzó aproximadamente 3,4 millones de toneladas, lo que la convertía en la cosecha más chica desde la 2011. En general, en los 12 meses que terminaron en noviembre, las ventas nacionales de vino en EEUU cayeron un 6% en valor a USD 47,7 mil millones, ya que un aumento del 13% fuera de los locales no pudo compensar por completo una disminución del 39% en tienda. 2021: Mirando hacia el futuro Dado que el COVID-19 sigue siendo un problema, es probable que el valor total de las ventas nacionales de vino en EEUU continúe en territorio negativo durante la primera mitad de 2021 hasta que las tiendas puedan reabrirse de forma segura y permanente. A medida que los temores sobre el impacto que el humo pudo haber tenido en la cosecha 2020 disminuyeron, los niveles de actividad de vino a granel de California retrocedieron y los precios se estabilizaron. El inventario, que se redujo entre mayo y octubre, comenzó a reconstruirse a medida que la cosecha 2020 estuvo disponible. La oferta estatal de vinos de 2019 está muy disminuida y tiene un precio alto, mientras que algunos proveedores del Valle Central ya afirman haber vendido sus vinos blancos de 2020, lo que obliga a algunos compradores a buscar en el extranjero. A partir del 12 de enero, EEUU ha ampliado los derechos de importación del 25% sobre los vinos europeos con más del 14% de alcohol, en botella o a granel. Las importaciones de vino francés en los EEUU se mantuvieron bien, gracias a un aumento en la demanda de los vinos on-line de EEUU. Sin embargo, las importaciones de los vinos de la UE afectados por los aumentos arancelarios se han reducido a la mitad desde su imposición original en octubre de 2019 y los vinos italianos, hasta ahora libres de los aumentos, se han consolidado como la principal importación. Argentina 2020: El año que fue Argentina llegó a 2020 después de haber experimentado mejores volúmenes de ventas de vino en 2019 en comparación con el año anterior (+ 18% a granel y + 3,7% en embotellado para el período de enero a octubre), pero aún mantenía - luego de una cosecha de 2019 de excelente calidad – un importante inventario de vinos de calidad a precios bajos y negociables. Las lluvias de febrero aliviaron las zonas afectadas por la sequía en Mendoza, pero provocaron cierto estallido de uvas en las variedades tempranas, lo que llevó a pronósticos de un déficit del 11-20% en el rendimiento final. Esto contribuyó a un repunte de precios preexistente en uvas blancas debido a la fuerte demanda de jugo concentrado de uva; mientras que el precio de las tintas, menos dañados por la lluvia y en dado su importante inventario, permanecieron estables. Marzo trajo otro factor estabilizador de precios: la propagación de COVID-19, que generó incertidumbre en todos los mercados. Argentina entró en cierre el 20 de marzo, pero se permitió que continuara la cosecha de uva, aunque enfrentaba complicaciones: reducción en la disponibilidad de efectivo para pagar a los trabajadores por cierre de bancos y problemas económicos (productores en apuros con flujo de caja debido a una inflación del 40-45%). Un marzo caluroso aceleró la recolección, por lo que la cosecha se completó a principios de mayo y se estimó en 2.04 millones de toneladas métricas, un 20% menor al promedio de largo plazo. Esta cosecha por debajo del promedio no modificó el mercado, con la oferta todavía abundante y los precios siendo muy atractivos desde un punto de vista internacional, con la debilidad del peso argentino (pasó de 60 a 70 pesos por dólar en enero-junio). El principal problema para los proveedores de Argentina era que el verdadero valor en la calle del peso había superado los 120 pesos por dólar en mayo. Por lo tanto, quedaron en una trampa: exportar vinos a la tasa oficial en pesos por debajo de la tasa interna, o buscar una demanda interna que, debido al COVID-19 y los problemas económicos, se asumió moderada. Para julio, las restricciones en Argentina comenzaron a flexibilizarse, con la apertura de bares y restaurantes. La demanda nacional de vino se recuperó (el Instituto Nacional de Vitivinicultura de Argentina, INV, informó un aumento del 21,7% en los envíos interanuales de vino al mercado nacional en julio de 2020, el mayor aumento en siete años), complementando un repunte en la demanda internacional con compradores potenciales de Australia, China, Canadá, EE.UU, Reino Unido y Escandinavia. Argentina podía ofrecer una relación precio-calidad muy competitiva. Por su parte, el jugo concentrado de uva había tenido una fuerte demanda y, a mediados de año, se advirtió que los precios subirían y su disponibilidad disminuiría para 2021. Dicha demanda estaba teniendo un efecto dominó en la disponibilidad del blanco genérico. Mendoza experimentó bajas temperaturas y altos niveles de nevadas, su primer invierno "normal" en unos 15 años. Sin embargo, el primer fin de semana de octubre trajo una helada significativa que se cree que afectó el volumen final de la cosecha de 2021. Las ventas nacionales y de exportación siguieron con una buena performance durante octubre y noviembre, con buenos precios en vinos blancos, tintos genéricos y Malbec de calidad estándar. El mercado interno experimentó una subida de precios del 30% entre agosto y noviembre. La demanda internacional en diciembre fue más tranquila, ya que los mercados europeos reaccionaron a la segunda ola de COVID-19, mientras que algunos proveedores argentinos optaron por conservar sus vinos hasta que se conozca el impacto de las heladas sobre la cosecha. 2021: Mirando hacia el futuro El stock de 2020 se redujo significativamente debido a la demanda tanto interna como externa. Los malbec de mejor calidad son cada vez más difíciles de encontrar en grandes volúmenes. Varietales blancos, blancos genéricos y tintos genéricos también se están agotando, lo que mantiene los precios estables. Por tanto, los ojos están puestos en la cosecha 2021. A lo largo de 2020, se creía probable una importante devaluación del peso, pero nunca llegó, y la especulación ha cambiado a 2021. En realidad, la devaluación ya se está produciendo de manera constante, con el peso oficial comenzando 2020 en 60 y terminando en 89 pesos por dólar. Chile 2020: El año que fue Chile ingresó a 2020 después de haber experimentado un año muy seco y combinado con un aumento del 13,4% en sus volúmenes de exportación de vino a granel en 2019 (con saltos en la demanda de EEUU y el Reino Unido que compensaron una caída en los envíos a China), configuraron un precio de uva alrededor de un 15% más altos que el año anterior. La sequía adelantó la recolección de la cosecha de 2020. Estaba claro que los rendimientos eran menores por lo que el precio de las uvas aumentó. Sin embargo, la debilidad del peso chileno (CLP800/dólar), causada en parte por los disturbios civiles internos a fines de 2019 y los primeros efectos del COVID-19 en China (el mercado de exportación de bienes más importante de Chile), compensó al menos parcialmente el movimiento alcista de los precios del vino. El peso se debilitó aún más (CLP830/dólar a principios de marzo a CLP853/dólar en abril) cuando COVID-19 se convirtió en una pandemia global: Chile implementó algunas medidas de encierro, pero se permitió que continuara la recolección de la cosecha, que se completó en abril, un mes antes de lo normal. La cosecha totalizó 1.033 billones de litros, un 13,4% menos que en 2019 (un 7,4% menos que en 2018). La acumulación de existencias de los consumidores en América del Norte, el Reino Unido y algunos mercados europeos debido a los bloqueos impulsó la demanda minorista de vino chileno a granel pero, gracias a la debilidad del peso, el precio en dólares para los compradores internacionales se mantuvo estable. Los volúmenes totales de exportación a granel de Chile se redujeron comprensiblemente un 8% en el período de enero-junio, pero esto se debió principalmente a una caída del 65% en la demanda china. Las exportaciones a EE.UU, Reino Unido, Alemania, Canadá y Suecia registraron aumentos y compensaron parcialmente mencionado decrecimiento. La actividad a granel en Chile continuó con fuerza durante julio y agosto, impulsada tanto por compradores internacionales como por compradores nacionales que requieren volúmenes para la demanda interna y externa. Los niveles de actividad altos continuaron elevando los precios del vino a granel y dejaron en claro que habría una brecha entre el momento que la cosecha 2020 se agote y los vinos 2021 estén disponibles. Por lo tanto, en septiembre, los compradores ya intentaban contratar uvas 2021. Sin embargo, los productores dudaban en cerrar acuerdos teniendo en cuenta que los vinos a granel de 2020 y las uvas de 2021 estaban experimentando una presión de precios al alza y la temporada de heladas aún tenía que ser transitada. Mientras tanto, las áreas de cultivo experimentaron un junio muy húmedo, pero julio y agosto fueron inusualmente secos; luego, durante el primer fin de semana de octubre, una fuerte helada afectó algunas áreas. No obstante, para finales de año había confianza de que la cosecha de 2021 sería más grande que la 2020. La demanda internacional disminuyó en los dos últimos meses del año: muchos compradores ya estaban cubiertos y comenzó la segunda ola de COVID-19 en Europa. Los compradores nacionales se mantuvieron activos, pre-contratando uvas y vinos 2021 (blancos y tintos). Por el lado de las exportaciones embotelladas de Chile de enero a noviembre se estimó un crecimiento del 1,75% en 2019. Durante el mismo período, la continua demanda a granel de mercados clave como América del Norte, el Reino Unido y Escandinavia aseguró que las exportaciones a granel de Chile cayeran solo un 3,56%. 2021: Mirando hacia el futuro A fines de 2020, estaba claro que el aumento de los precios de la uva y el vino en 2021 había significado que los precios del mercado actual eran más altos que en algunos contratos previos a la cosecha. Los tintos de 2020 de Chile siguen siendo abundantes, y de precio más estable, y podrían resultar atractivos para potenciales compradores. Los volúmenes totales de exportación de vino de Chile en el período de enero a noviembre de 2020 estuvieron en línea con 2019, ya que la débil demanda china se vio compensada por los aumentos mencionados anteriormente en la demanda de países como EEUU, Reino Unido, Alemania, Canadá y Suecia. Con cerca de 800 millones de litros exportados, sumado con los volúmenes demandados por el mercado interno, el inventario de Chile no será grande, lo que ejercerá presión sobre los precios. Mucho dependerá del tamaño de la cosecha de 2021. ¿Cuáles son las expectativas de la cosecha? Con un suministro de agua adecuado y buenos niveles de racimos, se espera que la cosecha sea mayor. Existe la preocupación de que las restricciones de COVID-19 limiten la oferta de mano de obra y las prácticas laborales durante la cosecha. La confianza en torno al tamaño de la cosecha determinó que se esperen precios de uva más bajos. Francia 2020: El año que fue Francia llegó a 2020 con 42,1 millones de hectolitros de la cosecha 2019, un 15% menos que en 2018 y un 7% menos que la media de cinco años, lo que garantiza buenos niveles de actividad en vinos de calidad estándar y estándar-plus blancos y rosados con IGP (indicación geográfica protegida) a precios estables. Sin embargo, el mercado del tinto se ralentizó debido a un importante stock remanente: solo los tintos de alta calidad y alto contenido alcohólico estaban recibiendo un gran interés. En febrero, los vinos blancos del sur de Francia de 2019 se vendían con fuerza y ​​varietales como el Chardonnay y Sauvignon Blanc se estaba volviendo difícil de conseguir en el mercado spot. Sin embargo, los precios se mantuvieron estables. Alrededor del 80% de las existencias de rosados se vendieron a principios del otoño de 2019. Los blancos y rosados ​​orgánicos del sur de Francia estaban por agotarse y los precios de estos estaban al alza. El mercado del vino tinto (estándar y orgánico) avanzaba con lentitud por: aranceles de EEUU, desaceleración de la demanda de China y el impacto del Brexit. Francia tuvo su cierre de actividades en marzo y el mercado a granel de Francia se bifurcó entre el suministro de productos fuera de las tiendas (supermercados y otros minoristas permanecieron abiertos) y el suministro de productos comerciales y turísticos (cerrado). Francia no pudo ver el aumento en las ventas de vino de los supermercados que otros mercados, como EEUU y Reino Unido, disfrutaron. En general, se continuó cargando y enviando vino, solo que a un ritmo más lento, especialmente los que exportan. La demanda de los EEUU fue importante, a pesar de los aranceles, gracias a un auge en las ventas a través de los clubes de vinos en línea, la demanda escandinava se mantuvo buena y los compradores chinos estaban regresando al mercado. Sin embargo, el lento ritmo de actividad general provocó una bajada de precios. A su vez, con el anuncio del plan de destilación de emergencia de 2 millones de hectolitros, las ventas cayeron aún más, ya que los precios de destilación eran más altos que los precios del mercado. Este plan fue implementado para liberar espacio en los tanques antes de la cosecha de 2020. El Plan mantuvo el mercado a granel en pausa en la época de cosecha que, debido a las altas temperaturas, se puso en marcha una semana antes de lo normal en el sur de Francia. Un hecho inesperado fue que los vinos rosados ​​y blancos sobrantes fueran a destilación. La cosecha finalmente se completó a principios de octubre y se estimó en 44,9 millones de hectolitros, un 6-7% más que en 2019 y en línea con la media de cinco años. La mayor parte de la actividad en noviembre se centró en los blancos y rosados para los minoristas nacionales y europeos del comercio en línea. La bifurcación del mercado, con la caída de la demanda fuera del comercio físico, ya había vuelto a un primer plano después de la reimposición de las restricciones nacionales y regionales de COVID-19 en toda Europa cuando una segunda ola del virus golpeó. Las compras para el resto del año se realizaron solo en pequeños incrementos. 2021: Mirando hacia el futuro Francia se ha resistido hasta ahora a regresar a un cierre nacional en enero, procediendo con restricciones limitadas y localizadas. Los bares y restaurantes estaban programados para reabrir en enro, pero ahora se ha retrasado hasta mediados de febrero. La primera semana de enero trajo noticias comerciales negativas con la imposición de un aumento del 25% en los aranceles de importación de Estados Unidos al vino francés a granel y embotellado superior al 14% de alcohol. Las bebidas espirituosas francesas a base de vino también se han visto amenazadas por aranceles, aunque las nuevas medidas solo se aplican a las bebidas espirituosas envasadas en envases de menos de 4 litros y a un valor declarado en el despacho de aduana superior a USD 22,80 por botella de 75 cl (de producto con 40% de alcohol). España 2020: El año que fue España entró en 2020 con una cosecha de 2019 de 33,7 millones de hectolitros, un 10% menos que la media de cinco años. Sin embargo, la actividad del mercado avanzaba de manera constante y los precios de los tintos, blancos y rosados genéricos seguían siendo interesantes desde un punto de vista global. Las variedades blancas internacionales se encontraban en mayor equilibrio entre oferta y demanda, pero los precios se mantuvieron estables debido a los precios altamente competitivos de América del Sur y además, el vino español también tuvo que aceptar un aumento del 25% en los aranceles de importación de EEUU, que es el mayor mercado de exportación para 1 de cada 4 enólogos españoles. Estos factores contribuyeron a una moderación de los precios en el mercado español a granel, que básicamente detuvo la actividad de compra, ya que se creía que los precios seguirían cayendo. La actividad se incrementó una vez que el COVID-19 llegó a Europa. Al igual que en otros mercados de vino a granel, en España creció bifurcada entre la que suministra a los supermercados (abiertos) y la que sirve al comercio/turismo (cerrado). Los proveedores nacionales, franceses y alemanes de los minoristas eran relativamente activos, negociaban precios y cubrían necesidades inmediatas. Junio ​​trajo la noticia de que se pondría en marcha un Plan de destilación. El mercado a granel se detuvo mientras los proveedores esperaban para ver qué precios ofrecería el plan. Al final, los volúmenes elegibles para la destilación fueron limitados y se mantuvo una buena disponibilidad en el mercado. Los bares y restaurantes de España pudieron reabrir a partir de junio y la demanda interna de vino a granel experimentó un repunte. La demanda internacional se mantuvo apagada durante el verano. Las cifras del Observatorio Español del Mercado del Vino, OEMV, mostraron que los volúmenes de exportación de España para el período de agosto de 2019 a julio de 2020 disminuyeron un 2,2% frente a los 12 meses anteriores a 25,7 millones de hectolitros (con el valor de las exportaciones un 6% menor y el precio medio por litro 3,9% menos). Terminando la campaña de compras 2019/20, con un remanente significativo y la perspectiva de una buena cosecha 2020 (debido a un invierno-primavera húmedo), la expectativa era que la campaña de compras 2020/21 comenzaría tarde y se dispondría de precios muy competitivos. Solo el mercado de jugo concentrado de uva en España se sintió robusto y activo. La cosecha 2020 comenzó en la segunda semana de agosto en unas condiciones de recolección perfectas. El tamaño final de la cosecha de España pronosticando por la OIV es de 37,5 millones de hectolitros, un 11% más que en 2019, mientras que otras partes de la industria creen que superó fácilmente los 40 millones de hectolitros. Destacando la moderada demanda de vino a granel y la confianza del comprador en una disponibilidad suficiente, los precios de la uva bajaron un 23-30% respecto al año anterior. Para el otoño, la demanda de vino español de compradores internacionales que suministran a ventas minoristas y on-line había crecido de manera constante, aunque solo para volúmenes incrementales, lo que refleja la incertidumbre a medida que la segunda ola de COVID-19 se extendió por Europa. 2021: Mirando hacia el futuro Los precios españoles se suavizaron a lo largo de 2020 debido a un importante inventario y bajas ventas. Con el muestreo extenso que ha demostrado que la cosecha 2020 de España es de excelente calidad, combinado con los precios muy competitivos, implica que España puede ofrecer una relación calidad-precio muy atractiva, al menos hasta que esté disponible la cosecha 2021 del hemisferio sur. La actividad ha estado algo limitada por parte de compradores internacionales que no pudieron obtener volúmenes suficientes de Chile y Argentina, pero sus nuevas cosechas están en el horizonte. El mercado de jugo concentrado de uva en España ha sido más activo que a granel durante muchos meses y potencialmente atractivo para los compradores que no pueden obtener lo que necesitan de Argentina, nuevamente, hasta que esté disponible la cosecha 2021 del hemisferio sur. Se espera que, con un cambio en la administración estadounidense a partir del 20 de enero, el aumento de los aranceles estadounidenses sobre las importaciones de vino español y de la UE se reduzca o termine por completo en algún momento. Italia 2020: El año que fue Italia llegó a 2020 con una buena cosecha; 47 millones de hectolitros, un 13% menor que en 2018, aunque superior en términos de calidad. Inicialmente los niveles de actividad eran sólidos, particularmente en tintos de alta calidad, varietales internacionales, vinos orgánicos y espumantes. Pero el brote del COVID-19 en China, la preocupación por aumentos de los aranceles de EEUU y las complicaciones del Brexit terminaron por detener efectivamente el mercado a granel de Italia en marzo. Para entonces, Italia se había convertido en el epicentro europeo de la pandemia y el gobierno impuso restricciones el 9 de marzo. El mercado de vino de Italia quedó bifurcado: la demanda de compradores que abastecían a supermercados (abiertos) se mantenía estable o había aumentado, mientras que los que abastecían al sector HoReCa (restringido o cerrado) veían una caída del 90% en su demanda. En abril, las ventas de vino en los supermercados en Italia aumentaron un 11% en comparación con el año anterior y la demanda de exportación se mantuvo sólida. Las exportaciones a los supermercados escandinavos y europeos de vinos orgánicos tuvieron un buen desempeño. Los envíos a EEUU se estaban deteniendo. Los precios en general se mantuvieron estables. En consecuencia, la situación hasta finales de abril podía considerarse bastante positiva dadas las circunstancias. Esto fue ilustrado por la cifra de consumo interno/de exportación de mayo para el vino italiano: aproximadamente 3.3 millones de hectolitros, por debajo de los 4 millones de hectolitros en mayo de 2019, pero no tanto como se temía. De hecho, el inventario restante total de Italia a julio era un 2% menor que en la misma fecha de 2019. Sin embargo, advertimos que la actividad de compra en el mercado a granel de Italia se estaba produciendo en pequeños incrementos, sobre la base de un día a la vez para cargas inmediatas. Esto fue confirmado por las cifras de exportación para el primer semestre de 2020, un 4% menos. El panorama se vio algo iluminado por la noticia del 12 de agosto de que los vinos italianos no se incluirían en la expansión de los aranceles estadounidenses contra los vinos de la UE. La cosecha de 2020 tuvo una fuerte demanda y las cotizaciones de precios estaban aumentando debido a la expectativa de que la cosecha de 2019 se agotaría en noviembre y la cosecha de 2020 estaría por debajo de un año normal. La cosecha de 2020 llegó a su fin en octubre y se estimó en 47,2 millones de hectolitros, solo un 1% menos que en 2019 y menos que el promedio de cinco años de 49,6 millones de hectolitros. Las autoridades italianas pusieron a disposición 100 millones de euros para que se llevaran a cabo algunas cosechas en verde y un Plan de Destilación (donde solo ingresaron 400.000 hectolitros por los precios por debajo del mercado) en un intento de mantener los niveles de inventario bajo control. Gracias al buen clima, la calidad de la cosecha 2020 se consideró muy alta, especialmente en las variedades tardías. El rendimiento de la producción varió de una región a otra y por variedad. El otoño en Europa trajo la reimposición de restricciones en respuesta a la segunda ola del virus. La mayoría de los embotelladores compraban solo los vinos que estaban seguros de usar. Con el canal on-trade restringido una vez más, las ventas de vino en los supermercados de Italia aumentaron un 11% en noviembre y todos los principales minoristas de vino on-line experimentaron un crecimiento de ventas. Esta tendencia se reflejó también en los mercados de exportación. 2021: Mirando hacia el futuro Enero trajo la reimposición de restricciones en Italia, incluido el cierre de bares y restaurantes. Los compradores están procediendo con cuidado, dado el temor por el futuro inmediato (con el aumento de las tasas de infección y las restricciones). Como lo demuestra el éxito de las exportaciones hasta 2020, los vinos italianos están bien posicionados para beneficiarse de la continua fortaleza de las ventas de los supermercados en todo el mundo. Es probable que la fortaleza de las ventas de los supermercados continúe hasta el momento en que se hayan administrado las vacunas al porcentaje requerido de la población que permita que regrese algún nivel de normalidad, incluida la reapertura total y permanente del comercio. Australia y Nueva Zelanda 2020: El año que fue La cosecha de Australia en 2020 fue de 1,52 millones de toneladas, un 12% menos en 2019 y un 13% menos que el promedio a largo plazo de diez años. Esta cifra más pequeña no fue una sorpresa, debido a la sequía, los altos costos del agua y la fruta afectada por el humo de los incendios forestales. En el transcurso de 2020, las exportaciones de vino australianas continuaron aumentando en valor, alcanzando AUD 2.998 millones, mientras que los volúmenes continuaron disminuyendo, totalizando 771 millones de litros. Las exportaciones de vino a granel representaron 576 millones de dólares australianos y 427 millones de litros de estos valores. El aumento en el valor general se atribuyó a mayores ventas de vino embotellado vendido en el nivel medio a alto, especialmente a China, junto con la desaceleración de las ventas de vino a granel en el nivel más bajo. El precio de compra promedio general de las uvas de 2020 aumentó un 5% en comparación con las uvas de 2019, pero el valor general de la cosecha se redujo en un 9% debido a la menor ingesta. Las tres principales áreas productoras de solo bajaron un 4% en volumen, pero las variedades tintas básicas experimentaron un aumento en sus precios por tonelada, entre un 5-15% según región. Los incendios forestales fueron un problema importante para muchas de las regiones vinícolas de Australia. Se perdieron 40.000 toneladas de uvas de vinificación debido a la contaminación por humo. Esto, sumado al elevado costo de riego y la seguía, determinó el alza del precio de la uva. Al igual que en todo el mundo, la llegada de COVID-19 provocó una desaceleración en el comercio de Australia a principios de año. Pero fue la imposición de aranceles elevados por parte de China a las importaciones de vino australiano lo que será el principal problema de 2020 para muchas bodegas. En el último recuento, Australia exporta 122,9 millones de litros de vino (11% de su producción total) a China cada año, por un valor de AUD 1.172 mil millones (39% del valor total de sus exportaciones de vino). El vino a granel sigue siendo un área gris, ya que muchos entienden que si el granel australiano se despacha a China y luego se embotella como vino australiano, se aplicaría la tarifa. Y en caso de que el vino se mezcle y etiquete como vino chino, no se aplicará ningún arancel. A raíz de este escenario arancelario, los precios del vino tinto se han suavizado en todos los niveles de calidad. Muchos esperarían ver una caída del precio de hasta un 20%. Los vinos blancos siguen siendo populares y tienen una gran demanda en el Reino Unido y Europa. Mientras tanto, la cosecha de 2020 en Nueva Zelanda fue de 457.000 toneladas, un aumento del 11% con respecto a 2019. Las ventas en los EE.UU continúan creciendo a medida que el valor total de las exportaciones de vino de Nueva Zelanda superó los 2.000 millones de dólares neozelandeses. Los compradores estadounidenses aumentaron sus compras a granel en un 8% en volumen y un 20% en valor en los primeros seis meses de 2020. 2021: Mirando hacia el futuro Este año se espera un mercado más lento en Australia, ya que los proveedores reducen su consumo de uvas varietales tintas 2021 y buscan nuevos compradores para sus existencias que originalmente estaban destinadas a China. Algunos tienen la esperanza de que los aranceles provisionales terminen en agosto de 2021. Esperamos que los varietales de vino tinto bajen de precio y que el vino blanco se mantenga constante o aumente aún más los precios y la demanda. Se espera el interés internacional de otros países más allá de China en espera del nivel de precios al que llegue el mercado de Australia. Ahora hay un buen suministro de agua en las áreas de cultivo de Australia debido a las lluvias tardías. En comparación con otros países, Australia prácticamente no ha sido afectada por COVID-19. Mientras tanto, se espera que los precios firmes continúen en Nueva Zelanda hasta 2021, con ventas positivas en los mercados internacionales, especialmente en los EE.UU y el Reino Unido. Los primeros indicios apuntan a que habrá un precio de la uva más alto este año con una gran demanda de cualquier exceso de vino a granel. Se dispondrá de niveles mínimos de fruta de repuesto, ya que muchos tratarán de procesar y conservar para su propio uso. Para ver el informe completo (escrito en inglés) haga click aquí.