Mercados
Análisis de las exportaciones argentinas de vino fraccionado
14 enero, 2021
Nuevas oportunidades en los mercados internacionales que vienen de la mano de restricciones comerciales entre grandes países de consumo (como EEUU y China) y exportadores relevantes como Francia y Australia, reavivan las expectativas de crecimiento de la comercialización de vinos en el mercado externo sustentadas en los resultados 2020.
El buen desempeño de las exportaciones argentinas de vino fraccionado durante el muy especial año 2020, en el cual el dato a noviembre (comparado con igual período del año anterior) muestra un crecimiento del 6,1% en volumen, liderado por las exportaciones de vino embotellado (93% del total de vino fraccionado exportado) con un 6,2% de incremento.
A partir de este escenario, en el Observatorio Vitivinícola Argentino analizamos el comportamiento de nuestras exportaciones de vino fraccionado, así como el de nuestros principales competidores para entender si Argentina puede volver a crecer a las tasas que lo hizo en la década pasada.
Una primera mirada muestra que el valor de las exportaciones de vinos fraccionados tiene dos períodos diferenciados. El primero comprendido entre el año 2001 y 2011 donde las exportaciones de los diez principales exportadores se expandían a una tasa promedio del 10% anual (en valor). Estos diez principales exportadores (entre los que está Argentina) alcanzaron los U$S 20.632 Millones en el año 2011, creciendo desde los U$S 8.695 millones que exportaban en el año 2001.
Fue el período en el cual Argentina creció a tasas de dos dígitos tanto en valor como volumen producto de aumentos en precios promedios y una reacción de las cantidades también positiva. A partir del 2011 el valor de las exportaciones de los 10 principales exportadores se estabiliza en el orden de los U$S 20.700 millones promedio.
Las exportaciones de vino fraccionado de Argentina han seguido un comportamiento similar, aunque con las siguientes diferencias.
En el período 2001-2011 Argentina creció en precio más que todos sus competidores excepto Francia que registró en este período la misma variación que Argentina (102%). También aumentaron en mayor medida las cantidades exportadas por Argentina que las de sus competidores excepto Nueva Zelanda y seguida de muy cerca por Chile.
El resultado fue que todos estos países exportadores crecieron en precio, volumen y valor. Durante el período 2001 – 2011 se vivió un proceso de expansión del comercio muy fuerte que tuvo en Argentina a uno de los principales actores. Lo cierto es que no fue un fenómeno exclusivo de la exportación de vinos fraccionados de Argentina, sino que Francia, España, Italia, Chile, Australia, Sudáfrica y Nueva Zelanda también crecieron en precio, valor y volumen. A partir del 2011 se observan comportamientos distintos. Francia, Italia, España, Australia y Argentina siguieron incrementando precios pero ahora a costa de volumen, en tanto que Chile, Portugal y Nueva Zelanda redujeron precio y ganaron en volumen.
Lo cierto es que Argentina creció más que sus competidores hasta el 2011 y tuvo un peor desempeño que el resto a partir del 2011 cuyo resultado fue una caída en valor como consecuencia de disminuciones de cantidades mayores a los aumentos de precios de nuestras exportaciones de vino fraccionado. Respecto a este comportamiento, es importante considerar dos aspectos de relevancia. La razón del aumento de precios y las condiciones macroeconómicas que determinan una mejor o peor situación competitiva para la exportación.
El aumento de precios promedio de vino fraccionado responde a un cambio en la canasta de productos exportados que evolucionó hasta casi una especialización completa en botella de 750 cm3. Considerando el valor de las exportaciones, en el año 2002 la botella de 750 cm3 representaba el 86% del valor de las exportaciones y alcanzó en el año 2019 una participación del 96%. En síntesis, solo un 4% corresponde al resto de productos que componen las exportaciones de vino fraccionado (vino en cartón, bag in box, otras botellas, etc.).
Si bien las exportaciones de botellas de 750 cm3 disminuyeron en volumen (10 millones de litros entre 2011 y 2019) mantuvieron relativamente el valor, debido justamente al aumento en los precios que se verificó en este producto. En el año 2011 el valor de las exportaciones de vino en botella de 750 cm3 fue de U$S 705 millones contra los U$S 710 millones del año 2019.
La mayor caída en valor y volumen se produjo en el resto de vinos fraccionados exportados que hoy representan 20 millones de litros y U$S 26,7 millones.
Es importante destacar también que entre los años 2010 y 2011 el precio promedio de exportación del vino fraccionado argentino superó al precio promedio de sus principales competidores.
Este comportamiento del precio relativo del vino argentino respecto al de sus competidores explican que hasta el año 2010/2011, en el proceso de expansión del comercio de Argentina haya crecido más que el resto. Asimismo, también nos explica por qué, desde el 2011, cuando el crecimiento del comercio mundial se modera, Argentina tuvo impactos negativos en el valor de sus exportaciones.
Respecto a las condiciones macroeconómicas, si se compara la evolución del tipo de cambio nominal y de la inflación, se puede determinar cómo ha evolucionado la posición competitiva, en promedio, de los exportadores. Tomando como período base el año 2002 (índice = 1) se advierte que hasta el año 2015 el valor del índice tiene a estar por debajo del valor de base, lo que indica que la tasa de inflación evolucionó de manera más fuerte que la tasa de devaluación, situación que se revierte a partir de 2016 producto de las importantes devaluaciones en la moneda doméstica que verificaron en estos períodos.
Un último aspecto a considerar tiene que ver con las firmas exportadoras, en las cuales se puede observar también distintos comportamientos en los últimos años. De las 485 firmas que exportaron en el año 2019, las principales 10 firmas exportadoras representaron el 68% del volumen exportado, en tanto que 80 firmas alcanzaron el 95% de las exportaciones.
El comportamiento de estas 80 firmas refleja prácticamente lo que se observa en el total exportado, que tuvieron su máximo en el año 2010 con 204 millones de litros exportados y se encuentran relativamente estables en los 180 millones de litros de exportación en los últimos años.
El dato preocupante es que las restantes 374 solo participaron en un 5% en el volumen exportado, cuando en el año 2005 representaban el 18% del total y que de los 31 millones de litros que llegaron a exportar en el año 2007, hoy solo exportan 9 millones de litros.
El camino hacia la expansión del comercio del vino fraccionado de Argentina debería venir, por una parte afianzando el comportamiento de aquellas firmas que mantienen un desempeño satisfactorio, atento a que como se describió, representan el 95% del volumen exportado.
Por otra, la recomposición de firmas exportadoras más pequeñas sobre las que las condiciones de competitividad país impactan de manera más severa dadas sus escalas de producción. Asimismo, la diversificación de la cartera hacia productos más sustentados en volumen que en valor permitiría contribuir en el camino de recuperar mercado y mejorar la redistribución en la cadena de valor vitivinícola.