La industria del vino china experimentó un año duro en 2019 y esperaba un nuevo comienzo en 2020. Sin embargo, el Coronavirus emergió a fines de diciembre de 2019 y rápidamente se expandió en la mayoría de las ciudades de la nación en los primeros dos meses de 2020. Este evento ha tenido un dramático costo en el consumo, e interrumpió toda la cadena de valor de la industria del vino. La actual crisis trae a la industria la oportunidad de repensar las estrategias a seguir.
Disrupción por el lado de la oferta
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Congestión de importaciones de vino
En los dos años anteriores, el volumen importado de vino en el primer trimestre representó entre el 25% y el 30% del total importado en China. Sin embargo, debido a la escasez de mano de obra y la disrupción logística causadas por el Coronavirus, la acumulación de contenedores de vino importado en los puertos ha generado una caída en las importaciones de enero y febrero de 2020. Mientras tanto, como el almacenamiento en frío está congestionado, las compañías navieras están cobrando un impuesto de congestión, con precios que van desde USD 1,000 hasta USD 1,250 por contenedor. Esto incrementará considerablemente los costos de los vinos importados.
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Bodegas nacionales reanudan sus operaciones a un ritmo lento
De acuerdo con la Agencia Nacional de Estadísticas, el volumen de producción nacional en el primer trimestre representa normalmente el 30% del volumen de producción total de vino en China. Sin embargo, las medidas de encierro implementadas en respuesta al coronavirus, junto con la extensión de las vacaciones por el año nuevo y los 14 días de cuarentena requerido para trabajadores que se mueven de una ciudad a la otra, ha retrasado significativamente la reanudación de la producción y los negocios. Las órdenes de venta originales y los planes de contrato para el primer trimestre se deberán reprogramar. De acuerdo con contactos en la industria, la mayor parte de los productores nacionales de vino podrán retomar sus actividades en el segundo trimestre de 2020.
Los canales de distribución están impedidos
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Las tiendas físicas vuelven lentamente a la normalidad
Si bien las plataformas de e-commerce se expandieron rápidamente en los últimos años alcanzando un 30% del mercado minorista, las tiendas físicas dominaron las ventas en este segmento con un 70% durante el 2019. La mayoría de las tiendas físicas suspendieron sus operaciones durante el pico de la epidemia (finales de enero a mediados de febrero). Mientras la situación mejoraba en la mayoría de las regiones de China, los canales minoristas modernos (super e hipermercados) comenzaron a reabrir sus puertas a finales de febrero. Sin embargo, se piensa que las mejoras a corto plazo en ventas de vino será limitado, dado que no es un producto esencial. Además, las operaciones en la mayoría de las tiendas tradicionales (pequeños supermercados independientes) todavía están suspendidas. Incluso las tiendas que permanecieron abiertas sufrieron grandes pérdidas, debido a los costos fijos operativos. Según lo mencionado por “1919 Wine & Spirits”, una de las cadenas especialistas en licores más grande, sus ventas en tienda off-line cayeron cerca de un 90% como resultado del coronavirus, y alrededor de 1000 tiendas han sido cerradas para evitar pérdidas aún mayores. Estimaron que el flujo de caja es suficiente para sobrevivir un año. Sin embargo, para la mayoría de los distribuidores más pequeños y medianos la situación en diferente, y podrían quedarse sin efectivo en tan solo dos o tres meses, y podrían verse obligados a cerrar o declararse en quiebra.
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El servicio de comida está parado
La industria de servicios de comida continúa afectada por el coronavirus. De acuerdo con nuestro último reporte, China’s Foodservice Industry Continues to Suffer, no hay una clara señal de que las operaciones vuelvan pronto a la normalidad, y la mayoría de los operadores de servicios de comida experimentarán pérdida en sus ingresos si la situación persiste. Algunas grandes cadenas de servicio de alimentos comenzaron a reabrir a mediados de febrero, aunque la mayoría provee solo comida para entregas a domicilio o retiros en tienda, lo cual redujo de manera significativa el consumo de vino en restaurantes. De acuerdo con Euromonitor, cerca del 70% de los ingresos del sector vitivinícola se generó a través de canales comerciales (servicios de alimentos) en 2018. Por lo tanto las pérdidas en servicios de alimentos continuarán afectando al sector vitivinícola.
El consumidor definirá los escenarios post-virus
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Escenario 1
Después de vencer al coronavirus, es probable que el persistente impacto psicológico de este virus debilite la confianza del consumidor en la economía de China. Por lo tanto, muchos consumidores podrían priorizar sus gastos de necesidades diarias y posponer o reducir su compra de bienes indulgentes. En consecuencia, es probable que muchos consumidores cambien a productos de vino más baratos durante cierto tiempo. Mientras tanto, para generar el necesitado flujo de caja, esperamos que las guerras de precios tengan lugar con frecuencia, lo que también empeorará la disminución en el consumo de vino.
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Escenario 2
La mayoría de los consumidores chinos que han estado atrapados en su casa durante varias semanas debido al brote de coronavirus tienen un fuerte deseo de socializar. Después de que la epidemia disminuya, aparecerá un consumo compensatorio, especialmente en sectores de servicios como restaurantes y de entretenimiento. La demanda de reuniones privadas y de negocios, y de bodas, demoradas por el virus, se recuperarán rápidamente e impulsarán un aumento en el consumo de vino. Además, los consumidores en las ciudades de tercer y cuarto lugar, que tienen menos presión en el costo de vida y más tiempo de ocio en comparación con los consumidores en las ciudades de primer y segundo nivel, tendrán una mayor intención de consumo y actividades sociales más frecuentes, lo que probablemente provoque un repunte post-virus en el consumo de vino.
Implicancias para el mercado del vino
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Un nueva ronda de consolidación de la industria del vino
El brote de coronavirus eliminará a las empresas vitivinícolas con problemas de flujo de caja y patrones comerciales únicos. Muchos importadores de vino importan principalmente productos de bajo precio y simplemente los venden al por mayor a los canales de distribución. Las bajas ganancias por botella los hacen más dependientes del volumen de ventas para obtener ganancias. El brote del virus les ha impedido acumular grandes cantidades de inventario para recuperar el flujo de efectivo en el corto plazo, lo que ha llevado a la quiebra de muchos importadores y canales de distribución. Por lo tanto, el umbral de entrada al mercado del vino será prácticamente elevado. Las empresas vitivinícolas con productos de alta calidad, canales diversificados e influencia de marca ganarán impulso para el desarrollo sostenible después de la epidemia. Al mismo tiempo, la demanda de marcas por parte de los consumidores está aumentando, lo que respalda sus ventas y los beneficios. La industria del vino fraccionado de China se consolidará.
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El deseo de consumidores por productos relacionados a la salud aumentará
A raíz de la epidemia, es probable que los consumidores de China sean más conscientes de la salud. Los alimentos y bebidas naturalmente saludables ganarán mayor tracción con ello. Se percibe que el vino ofrece ciertos beneficios para la salud, lo que ayudará a aumentar el consumo diario en el hogar. Mientras tanto, los productores de vino pueden enfatizar los beneficios del consumo de vino, como el apoyo a la salud del corazón y los efectos antienvejecimiento, para atraer y expandir aún más la cantidad de bebedores de vino.
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Aceleración de la diversificación de canales
El impacto del virus hará también que las empresas vitivinícolas presten más atención a la importancia de diversificar los canales de distribución. Durante el brote del coronavirus, la mayoría de los consumidores permanecen en casa, y la mayoría de los locales de consumo público permanecen cerrados. Las empresas vitivinícolas que principalmente dependen de un único canal de distribución son las más afectadas. Creemos que las empresas repensarán sus estrategias de distribución, lo que podría llevar a un desarrollo importante del modelo “omnicanal”. Nuevos modelos minoristas, incluyendo máquinas de autoservicio de vino, plataformas de comercio comunitario, aplicaciones o plataformas online, y plataformas de entrega a domicilio deben ser integradas a los actuales canales de distribución para crear escenarios de consumo perfecto.
Para ver el informe original (escrito en inglés) haga clic aquí.