Por: Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (MAGyP), Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Universidad Tecnológica Nacional - Facultad Regional Mendoza (UTN-FRM), Grupo CLIOPE, Gobierno de la Provincia de Mendoza a través del Ministerio de Tierras, Ambiente y Recursos Naturales y del Ministerio de Agroindustria y Tecnología,  Bodegas de Argentina (BoA), Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) y distintas bodegas de la región. Año: 2014

 

 

La estimación de indicadores de impacto ambiental en las organizaciones es una práctica que progresivamente evoluciona desde una condición voluntaria -cada quien elige si quiere o no realizarla- hacia otra obligada -como exigencia- para lograr mantenerse y crecer en los mercados. En este contexto, es muy importante para el sector que exista una interacción fuerte entre los ámbitos público y privado, para abordar los desafíos de la comercialización de los productos vitivinícolas, identificar los desafíos y las posibilidades de mejora, a través del diálogo y el trabajo mancomunado de múltiples instituciones que representan al sector.

El Estado Nacional, a través del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, busca apoyar al sector productivo frente al surgimiento de demandas de indicadores ambientales que puedan afectar al comercio y, en términos macrosectoriales, crear condiciones para fortalecer la sustentabilidad de la agroindustria y posicionar la producción argentina en los mercados. La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) tiene como premisas la generación y el fortalecimiento de capacidades sectoriales y la generación de herramientas de gestión para facilitar la toma de decisiones de productores y empresas, en un contexto de información y asesoramiento técnico.

De este modo, las guías metodológicas relacionadas con los indicadores ambientales son una herramienta de gestión que contribuyen a preparar a la empresa para responder en forma más rápida y eficaz a las demandas de los mercados. Así entonces, su utilización permite disponer de un sistema de control y gestión e identificar oportunidades de mejoras. El trabajo conjunto, impulsado por la SAGyP, con la asistencia del sistema de Ciencia y Técnica, y la participación activa de los estados provinciales y el sector privado agroexportador, como así también de las cámaras sectoriales, resulta prioritario, dado que la temática es novedosa y los cambios en las demandas, diversos.

Frente a un contexto de aumento poblacional sostenido, cambio acelerado en el clima global y necesidad de incrementar la producción mundial de alimentos, la propuesta argentina es aumentar la eficiencia en los procesos y favorecer la optimización en el uso de los recursos, con la finalidad de aumentar la sustentabilidad de la producción agropecuaria y contribuir a la Seguridad Alimentaria (MAGyP, 2013).

De esta manera surge el Programa Agricultura Inteligente (Resolución MAGyP 120/2011), con el objeto de propiciar la consolidación de una agricultura inteligente, competitiva y eficiente que atienda la sustentabilidad y agregue valor a la producción agropecuaria nacional contribuyendo a la Seguridad Alimentaria. En el marco de este Programa, se encuentra el Proyecto Agricultura Inteligente, Huella de Carbono y Huella Hídrica (AIHCHI), el que ha convocado a multiples reuniones de trabajo, con la finalidad de definir las acciones más relevantes en huella de carbono y seleccionar los productos agroexportables prioritarios para trabajar, en función de criterios específicos definidos, tales como: productos con destinos de exportación sensibles al carbono, pertenencia a economías regionales, generación de mano de obra y valor agregado, tal el caso de la vitivinicultura.

En línea con las premisas del Programa Agricultura Inteligente y como uno de los productos del Proyecto AIHCHI, las guías metodológicas relacionadas con los indicadores ambientales son una herramienta de gestión que contribuyen a preparar a la empresa para responder en forma más rápida y eficaz a las demandas de los mercados. Así entonces, su utilización permite disponer de un sistema de control y gestión e identificar oportunidades de mejoras. El trabajo conjunto, impulsado por la SAGyP, con la asistencia del sistema de Ciencia y Técnica, y la participación activa de los estados provinciales y el sector privado agroexportador, como así también de las cámaras sectoriales, resulta prioritario, dado que la temática es novedosa y los cambios en las demandas, diversos.

Por su parte, la vitivinicultura cuenta con un fuerte arraigo en la cultura regional cuyana y contribuyó al desarrollo de un modelo productivo, independiente del modelo agro-exportador centralizado en la pampa húmeda y el puerto de Buenos Aires. Como reconocimiento de su importancia, el vino argentino fue declarado en el año 2013 bebida nacional (Ley 26870).

Por estas razones, la cadena vitivinícola ha sido seleccionada para el desarrollo de la guía metodológica para la recolección de datos necesarios para la estimación de la Huella de Carbono en vinos.