Evitación del estrés en la vid: estrategias varietales frente al déficit hídrico
8 octubre, 2010
Por: Vila, H., J. Perez Peña, J. B. Cavagnaro. En: V Jornadas de Actualización en Riego y Fertirriego. Agricultura de regadío y adaptación al cambio climático: desafío para una producción sostenible de calidad. Mendoza, Argentina 11, 12 y 13 agosto de 2010
Las plantas de vid se protegen del déficit hídrico mediante un conjunto de mecanismos evitadores que preservan la turgencia y el contenido hídrico de las células. Entre los mecanismos directos se encuentran los ajustes estomático, osmótico, de conductancia hidráulica y de elasticidad del tejido. Entre los indirectos la disminución del área foliar. Con el objeto de comprender la interacción entre los mecanismos evitadores y las distintas estrategias varietales frente al déficit hídrico, se estudió el comportamiento de 5 cv (Grenache, Cereza, Malbec, Chardonnay y Syrah) en un entorno de humedades edáficas variables. Se instaló un experimento con plantas creciendo en macetas tubulares (1m de altura y 0,2 m ?) con 6 niveles de humedad edáfica (0.35, 0.33, 0.27, 0.21, 0.16 and 0.11). Las plantas se mantuvieron 3 meses en invernáculo (temperatura diurna media 30° C; PPFD 1 200 µmol m-2 s-1; vpd 1.7 kPa). Se midió: transpiración, conductancia estomática (con IRGA); potencial hídrico foliar, conductancia hidráulica de la planta; potenciales osmótico y de turgencia, contenido relativo de agua simplástica, módulo global de elasticidad (con curva de presión-volumen); y área foliar. Las variedades más evitadoras, Grenache y Cereza, bajo déficit hídrico tuvieron o alta conductancia hidráulica, o baja diferencia entre las conductancias estomática e hidráulica o bajos potencial osmótico y elasticidad, combinando muchas veces estos mecanismos. Grenache, reportada como cuasi-isohídrica, resultó la más resistente, conservando más altos su turgencia y agua simplástica, lo que se tradujo en mayor área foliar y producción de biomasa. Malbec y Syrah tuvieron menos capacidad de evitación, y específicamente Syrah, reportada como anisohídrica, tuvo los menores niveles de turgencia, agua simplástica y biomasa, bajo déficit hídrico. Chardonnay resultó intermedia entre las muy y las poco evitadoras. Grenache consumió un 54% más de agua, en promedio, que Syrah. Considerando todas las variedades, la superficie foliar fue máxima por encima del 92% de agua edáfica transpirable (FAET), mientras que la relación biomasa radical/biomasa aérea fue máxima entre el 70 y el 92% de FAET.