La devaluación de finales de 2015 y principios de 2016 tiene diversos efectos en el sector vitivinícola. Por un lado impacto en los costos, ya que gran parte de los agroquímicos cotizan en dólar, y por tanto los mismos presentan un aumento. Al mismo tiempo, la devaluación tiene un efecto positivo en la competitividad exportadora del sector, al abaratar relativamente los productos argentinos en el exterior.