En este informe del Observatorio Vitivinícola Argentino intentamos realizar algunas consideraciones sobre las posiciones competitivas derivadas del tipo de cambio, en este caso entre países exportadores de vino al mercado de EEUU.

Por supuesto, no perdemos de vista que existe una multiplicidad de otras variables que explican estas variaciones (preferencias del consumidor de EEUU, acuerdos comerciales, costos de transporte, impuestos al comercio, aumento de costos internos, etc.).

No obstante, las variaciones de los tipos de cambio de estos países competidores, configuran modificaciones en las condiciones de competitividad entre ellos, mejorando o empeorando sus posibilidades de comerciar y de ganar participación de mercado respeto al resto.

Estados Unidos consume, aproximadamente, 2.900 millones de litros al año y sus 1.000 millones de litros de importaciones (equivalentes a todo el consumo interno de Argentina en un año), lo convierten en uno de los principales y más atractivos destinos de los países exportadores de vino.

Las estadísticas del año 2014 muestran que la Eurozona (España, Francia e Italia), Australia, Chile, Argentina y Canadá representaron el 90% de las importaciones de vino de EEUU.

El comportamiento del tipo de cambio en estos países presentó los siguientes patrones: en el período 2002 - 2014, las monedas de la Unión Europea, Canadá, Australia y Chile se han fortalecido respecto al dólar estadounidense o dicho de otra manera, el dólar se ha devaluado respecto a estas monedas. Este comportamiento del tipo de cambio tiende a empeorar las condiciones de exportación de estos países.

Por su parte, Argentina presenta un comportamiento diametralmente opuesto, cuya moneda se ha devaluado sistemáticamente en este mismo período favoreciendo las condiciones de exportación del vino argentino.

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Sin embargo, las ventajas para exportar dependen también de otras variables, como por ejemplo, la tasa de inflación en cada uno de estos países exportadores.

Si observamos la inflación acumulada entre el año 2002 y 2014 para estos mismos países, vemos que solo Argentina, y en menor medida Chile, han tenido una inflación acumulada superior a la de EEUU. La Eurozona, Australia y Canadá presentan, en cambio, una inflación acumulada inferior a EEUU.

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Las implicancias de este comportamiento observado es que quienes tienen menor tasa de inflación que EEUU presentan una ventaja exportadora (Eurozona, Australia y Canadá) respecto a los que han tenido mayor inflación acumulada que EEUU (Argentina y Chile).

Finalmente, la combinación de políticas cambiarias (tipo de cambio nominal) e inflación, determinan cómo se ajusta lo que se conoce como el tipo de cambio real y, por lo tanto, cómo varían las condiciones exportadoras para cada uno de estos países. En el Grafico 3 se ilustra la evolución del tipo de cambio real (en número índices) de los países analizados, estimados a partir de los datos antes expuestos.

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Se puede observar claramente que quien más ha perdido condiciones exportadoras es Argentina que, aún cuando ha tenido el mayor crecimiento de tipo de cambio nominal entre el año 2002 y el año 2014, presenta el mayor diferencial de tasa de inflación respecto a EEUU.

Se puede advertir, además, que desde 2009 el deterioro del tipo de cambio real fue más acentuado, y que hasta ese año mantuvo un comportamiento similar al de sus competidores.

Cabe destacar también que la Unión Europea, Chile y Canadá han tenido condiciones exportadoras muy similares en los años observados y prácticamente iguales en el año 2014. Australia, en cambio, muestró un deterioro de su tipo de cambio real superior a este grupo de países pero no tan acentuado como el de Argentina.

Mirando el año 2014, existió una recuperación de las condiciones exportadoras de todos los países, siendo las más importantes la de Argentina y Chile, que mejoraron su tipo de cambio real en el orden del 15%.

Sin embargo, para el caso argentino, esa recuperación significa revertir solo una parte de su condición exportadora, situándose aún lejos de sus principales competidores y de los niveles de los años anteriores a 2007.

No obstante, y como se dijo, existe una multiplicidad de variables que explican el crecimiento de las exportaciones de un país a un determinado destino.

En resumen, las relaciones causa efecto entre las variaciones en los tipos de cambio y el volumen de comercio exterior son complicadas, tienen efectos que cambian con el tiempo, dependen además de variables como preferencias del consumidor de EEUU, acuerdos comerciales, costos de transporte, impuestos al comercio, aumento de costos internos, etc.

El dólar estadounidense se ha devaluado en los últimos años, hecho que explica la disminución de las importaciones de ese país y el incremento de consumo de vinos locales.

Los países europeos, o del Viejo Mundo vitivinícola, se encuentran poco influenciados por las variaciones en los tipos de cambio, gracias a la protección que les brinda su reputación en cuanto a calidad. Por el contrario, los países del Nuevo Mundo vitivinícola, con modelos de altos volúmenes y alta eficiencia en el sistema de distribución y comercialización, están más expuestos a los impactos de cambios en precios de las divisas.

Mirando solo el tipo de cambio nominal, el país que en teoría más ventajas competitivas tendría  en Estados Unidos es Argentina y, sin embargo, al enfocarlo en la situación de la oferta de nuestro país, encontramos que el efecto de la inflación llevó el tipo de cambio real en dirección inversa del nominal y, por lo tanto, perdió competitividad.