Situados en un escenario atravesado por modificaciones estructurales que se manifiestan en nuevos hábitos de consumo, aumento del comercio mundial, surgimiento de nuevos países productores sumamente competitivos y creciente poder de la distribución en súper e hipermercados, es que se hace imperiosa la necesidad de contar con información fiable, relevante y oportuna para la toma de decisiones.
En el diagnóstico sobre las necesidades de información del y para el sector vitivinícola se pudieron identificar tres grandes dimensiones sobre las cuales cimentar el proyecto para su estudio y análisis: Dimensión Económica, Dimensión Social y Dimensión Ambiental, atadas conceptualmente al modelo de desarrollo sustentable.
1. Dimensión Económica:
La dimensión económica analiza los intercambios de bienes, servicios, productos y capital que se efectúan en la industria y su entorno tanto a nivel global como desde el análisis de la propia cadena vitivinícola. Esta dimensión analiza información sobre las relaciones económicas con los diferentes agentes intervinientes en el sector y del entorno para aumentar la sostenibilidad de la empresa a través de la creación de valor y la generación de desarrollo económico.
2. Dimensión Ambiental:
La dimensión ambiental hace foco en el impacto que tiene la vitivinicultura sobre los diversos recursos ambientales: agua, suelo, aire, energía, recursos forestales y biodiversidad. También analiza las acciones que puede llevar a cabo el sector en pos de minimizar los impactos negativos sobre el medio ambiente. .
3. Dimensión Social.
La dimensión social se centra en el impacto social del sector tanto a nivel interno (sus propios trabajadores) como a nivel externo (las comunidades con las que interactúa). Busca indagar sobre la situación de vida, el entorno y la problemática social de la población vinculada a la vitivinicultura, conocer el estado de funcionamiento, acceso y disponibilidad de servicios, tenencia de la tierra, empleo y mano de obra del sector entre otros datos.