El retail, que representa a las ventas minoristas en el mercado interno de Argentina, y los despacho, que es el vino que sale de las bodegas para el canal comercial, no son lo mismo y por lo tanto suelen tener comportamientos distintos. Las cifras del despacho van mostrando sucesivas caídas y en esto se advierte claramente no sólo la afectación respecto de “a mayor precio, menor volumen” (cosa que era previsible dado que será una cosecha históricamente baja la de 2023). También se advierte una retracción de la oferta que se inició con la helada de 2022 y se explica en gran medida por la incertidumbre de no saber el volumen final de la cosecha ni los valores de reposición del vino. Esto se verifica sobre todo en la última parte de los despachos del INV, donde hay una llamativa caída de los vinos con mención varietal del 20%. Esto implica incorporar a la lectura de los despachos todas las variables posibles y cruzar esta estadística con las auditorías de ventas del sector, es decir: cruzar despachos con consumo efectivo (retail). lustrados en el Gráfico 1, en donde se advierte que hasta el mes de mayo de cada año los despachos son menores al retail, comportamiento que se revierte hacia fin de cada año con un pico de ventas a consumidor final en diciembre. Gráfico 1: Evolución promedio de despachos y ventas minoristas (en %) Este comportamiento, en el que los despachos mensuales son menores a los registros de ventas al consumidor hasta el mes de mayo tiene una explicación que involucra tanto a la oferta (bodegas) como a la demanda (canal minorista - retail), que desde luego cambia año a año dependiendo de condiciones de contexto del mercado. Cuando, como en este año, hay incertidumbre respecto a los resultados de disponibilidad de vino para hacer frente a la nueva temporada (dato que se conoce durante el mes de mayo), es razonable que exista una retracción de la oferta hasta tanto se clarifiquen las condiciones para el resto del año respecto a precios y volúmenes de vino disponible. Es también esperable, que desde el canal minorista existan distintas estrategias de abastecimiento y de stock. Lo habitual, como vemos en el gráfico 1, es que el canal minorista, entre enero y mayo reduzca inventarios (stock), y a partir de mayo comience un proceso de incremento de esos stocks. El dato con el que no disponemos es el volumen en stock del canal minorista y que es determinante a lo hora de entender lo que está ocurriendo con los despachos en los dos primeros meses del año. En caso de que esos volúmenes en stock fueran elevados, claramente la demanda resultaría inferior a la esperada y podría también esto explicar los menores volúmenes de despachos observados en enero y febrero del presente año, pero en este caso explicados por una retracción de la demanda del canal minorista.