Los vinos italianos siguen siendo una fuente de crecimiento y un negocio estable a largo plazo, a pesar de las recientes tasas de rendimiento que se ralentizan y quedan atrás de regiones icónicas de Europa como son Borgoña y Champagne, destaca un informe de Cult Wine Investment sobre Italia. El mercado italiano de vinos finos se mantiene sólido, con el índice Liv-ex Italy 100 registrando una ganancia del 15,8% en los últimos 12 meses (datos al 31 de julio de 2022) y con un aumento registrado del 30,7% desde principios de 2020. El Liv-ex (London International Vintners Exchange) es un mercado global para el comercio de vinos donde figuran las operaciones de los principales productores mundiales. Sin embargo, en comparación con 2020, cuando Italia fue la subregión Liv-ex de mayor rendimiento, el mercado regional ha pasado a un segundo plano frente al aumento de Borgoña y Champagne y, en consecuencia, del índice Liv-ex 1000 más amplio.  Pero Italia todavía representa una fuente de crecimiento y estabilidad en una cartera de vinos finos. El gráfico 1 pone en perspectiva el reciente bajo rendimiento de Italia, mostrando un crecimiento constante a largo plazo. Esta visión a largo plazo ubica a Italia como una región vinícola de "término medio", equilibrando el potencial de crecimiento y la estabilidad. Si bien el crecimiento de Italia puede no igualar los máximos recientes disfrutados por otros mercados o los mejores vinos estadounidenses, la volatilidad de sus rendimientos es mucho menor (Ver gráfico 2), mientras que la tasa de retorno está cómodamente por encima de las de las regiones "lentas y constantes" como Burdeos. “Efecto temporal” Muchos de los factores detrás de la reciente desaceleración relativa de Italia parecen temporales, sostienen desde Cult Wine Investment. Las principales regiones vinícolas italianas de inversión como son Piamonte y Toscana no sufrieron en el mismo grado alteraciones o accidentes climáticos como sí registraron las regiones francesas y californianas en las últimas cosechas. Las devastadoras heladas en Francia en 2021 y los incendios forestales en California en 2020 perjudicaron significativamente los volúmenes, lo que está contribuyendo al aumento de los precios en estas regiones. Italia no ha experimentado restricciones recientes de suministro en el mismo grado, pero aún encuentra fortalezas a largo plazo en estos puntos a tener en cuenta:  -DIVERSIDAD: Italia contiene múltiples subregiones con distintas tendencias de rendimiento, lo que la ayuda a mantener ganancias constantes durante períodos más largos a medida que los compradores tienen más opciones en términos de cosechas fuertes para elegir.  -DEMANDA GLOBAL CONSISTENTE: La fuerte demanda global ha transformado el mercado regional en una región de inversión central en los últimos años. Hace solo cinco años, la participación comercial mensual promedio de los vinos italianos era de solo 6%, pero se ubica apenas por debajo del 12% en la primera mitad (datos a julio) de 2022. Aunque esto está por debajo de los picos de 15,5% y 15,3% de 2020 y 2021, respectivamente, la caída se debe esencialmente a los enormes saltos de precios para Borgoña y Champagne, lo que significa que representan una mayor parte del comercio por valor.  No hay que olvidar que los vinos italianos forman un componente esencial del mercado del vino fino que puede beneficiar a los inversores que buscan crecimiento y estabilidad a lo largo del tiempo.