En las últimas décadas, el viñedo ha sufrido un manejo intensivo liderado por una alta mecanización (incluida la labranza frecuente) o el uso de productos de protección vegetal en los que se han visto afectados varios servicios de los ecosistemas, y han provocado altas tasas de erosión del suelo, degradación de la estructura y fertilidad del suelo, contaminación del agua subterránea y altos niveles de insumos agrícolas.

La biodiversidad es la convivencia de un número determinado de seres vivos en un ambiente específico. Entre ellos se encuentra el cultivo principal, vegetales asociados y espontáneos, fauna, microorganismos y el hombre.

A continuación describimos algunos ejemplos de manejos que están implementando los viñedos que ven en la biodiversidad un beneficio ya que mejora la calidad de la uva elaborada con un impacto positivo en lo ambiental, social y económico.

Australia



Las bodegas de la región de McLaren Vale, al sur de Adelaide, han apoyado un proyecto para averiguar si los murciélagos, que pueden pesar tan poco como tres gramos, podrían proteger las uvas de las plagas que atacan los viñedos cada temporada. Pueden comer la mitad de su peso corporal en insectos por noche, muchos de los cuales son un problema en los viñedos. Son 12 las bodegas que han instalado cajas de descanso en el borde de sus viñedos para ver si alguno de los mamíferos vive en el área para su posterior identificación. El proyecto se encuentra en su primera etapa pero en etapas posteriores la idea es averiguar si se alimentan de los insectos que causan daños a las uvas. Un experto en murciélagos, Terry Reardon, explicó que había cerca de ocho especies de murciélagos en la región de Adelaida. Esto no es una novedad ya que se han desarrollado investigaciones interesantes tanto en EE.UU. como en Europa, donde están colocando cajas de murciélagos para atraerlos a los viñedos y están descubriendo que en realidad se alimentan de algunos de los insectos plaga clave de los viñedos, que es lo que se espera que se encuentre en Adelaide.

California, Estados Unidos



En el sur de Napa un viñedo cuenta con unas 3.000 ovejas que se alimentan de las pasturas en el interfilar que ha crecido durante la primavera. Hay menos peligro de compactar los suelos y producir gases de efecto invernadero a partir de la maquinaria. También hay disminución en la utilización de agroquímicos. Al mismo tiempo, las ovejas devuelven fertilizante natural al suelo.

 

 

 

Francia

En ocho hectáreas que se encuentran en la margen derecha de la región de Burdeos, Benoît y Delphine Vinet son pioneros en el mundo de la biodiversidad orgánica de esa región alentando no solo la implementación de prácticas agrícolas orgánicas, sino también la existencia simultánea de un ecosistema próspero, creando un oasis de vida silvestre, flora y fauna. En su bodega, que opera más como una granja completa, la pareja ha creado un ecosistema completo alrededor de su hogar. Además de las vides de uva, 54 diferentes tipos de aves llaman hogar a su finca, así como ranas, serpientes, insectos y murciélagos; Flores y orquídeas silvestres se alinean en el perímetro de la propiedad, y los peces se encuentran en los estanques artificiales excavados en los suelos de la propiedad. Los murciélagos proporcionan una eficiencia extrema en la lucha contra las polillas, que dañan las bayas de las vides. El trabajo de los Vinets ha despertado un gran interés en la región más grande de Burdeos, incluso de otras bodegas, que buscan introducir la biodiversidad en sus propias fincas.

Washington, Estados Unidos

Luego de siete años de investigación, la Universidad del Estado de Washington descubrió que cuantas más plantas nativas pueda tener el viñedo, mejor y más equilibrado será el control biológico obtenido. A partir de esta premisa en Ste. Canoe Ridge Vineyard, de Michelle Wine Estates comenzaron a realizar los manejos para incorporar plantas nativas al viñedo. Lo primero fue plantarlas y colocar riego por goteo para que solo llegue agua a cada una de estas y no a las malezas que compiten con las mismas. El objetivo es que crezcan en exceso y venzan a las malezas que están allí. El primer año alrededor del 90% sobrevivió y durante el segundo año el riego será retirado y permitirá que las plantas nativas demuestren su tolerancia a la sequía. La capacidad de soportar el estrés hídrico, el corte y el aplastamiento ocasional por parte de tractores y cosechadores determinará qué plantas tienen éxito en el viñedo. En los próximos años la idea es investigar si las plantas atraen a los insectos beneficiosos. Los depredadores y parasitoides nativos de insectos podrían ofrecer un valioso control de plagas, pero primero necesitan una razón para pasar más tiempo en el viñedo. Las plantas nativas, con flores que atraen a los insectos, podrían proporcionar ese punto de partida para un mejor control biológico.

California, Estados Unidos

Benzinger Family Winery es un viñedo diversificado en el condado de Sonoma. En este condado el gran murciélago marrón se alimenta de 6,000 a 8,000 insectos por noche. Este gran apetito puede ser una bendición para los agricultores que luchan contra las plagas que se alimentan de cultivos. Muchos de estos murciélagos no se encuentran en el viñedo debido a que la práctica de monocultivo no permite que aterricen o aniden. La diversificación de las tierras de trabajo, incluidas las tierras de cultivo, los pastizales y los bosques, puede ser clave para preservar la biodiversidad frente al cambio climático.

Marlborough, Nueva Zelanda

Yealands se encuentra al norte de la isla sur de Nueva Zelanda, sus viñedos cuentan con 100 pollos que pasan parte del día entre las vides y luego son guardados en un recinto. Los mismos aportan una forma natural de control de plagas y aportan un fertilizante al suelo. Otra área que llama la atención son los humedales donde han sido plantados más de 200,000 arbustos y plantas nativos. Como resultado es probable encontrar en el viñedo espátulas reales, cisnes negros, patos verde azulado, garzas blancas, entre otros. Por último han sido incorporadas ovejas Babydoll que pastorean dentro del viñedo todo el año (no sólo en los meses más fríos del invierno) ya que al ser pequeñas no alcanzan a comer las uvas. Al utilizar estos ayudantes de viñedos en miniatura, no es necesario cortar con tractores tan a menudo, lo que reduce el uso de combustibles fósiles y las emisiones de carbono.