La situación arancelaria que sostiene un país frente al ingreso de importaciones de productos de países externos, es resultado de la política comercial del país, quien decide ser más abierto o cerrado al comercio internacional; y de las negociaciones de éste con países o bloques comerciales. De estas negociaciones pueden surgir acuerdos de reducción arancelaria mutuos, que proporcionan una mejora competitiva a sus productos.

Si bien la competitividad de un producto para acceder a mercados extranjeros depende de muchos factores, sin dudas que el pago de aranceles puede llegar a tener una fuerte incidencia, sobre todo en mercados muy competitivos, donde se debe llegar con precios fijados por el mercado, con pocas posibilidades de influir en los mismos.

En el caso de nuestro país, pertenecer al bloque Mercosur tiene dos grandes implicancias: arancel cero para entrar en los países miembros y la obligación de negociar acuerdos comerciales con otros países junto al bloque, y no de manera particular.

En el caso particular del vino, se agrega una situación limitante, que es la prohibición de comercializar productos a granel. Esto incluye tanto al vino como al mosto, y representa una traba para que Argentina ingrese al mercado de Brasil, mientras que competidores externos al bloque cuentan con esa posibilidad, aunque pagando los aranceles correspondientes.

Entre los competidores directos en las ventas de vinos, Chile es el país que más éxito ha conseguido a la hora de firmar acuerdos que impliquen desgravación arancelaria, esto en coherencia con su política comercial sumamente abierta (que además es característica de países pequeños). En la actualidad, Chile forma parte del NAFTA por lo que ingresa con arancel cero a Estados Unidos, Canadá y México (importantes mercados consumidores de vinos); es miembro asociado al Mercosur por lo que también tiene arancel cero para entrar a Brasil, tiene un TLC con la Unión Europea que le provee el mismo beneficio; y en resumen, no paga aranceles para entrar a ninguno de los grandes importadores de vinos del mundo.

Tanto Argentina (por pertenecer al Mercosur) como los países vitivinícolas que pertenecen a la Unión Europea ven bastante más limitado su consecución de acuerdos comerciales, contando, en líneas generales, preferencias sobre todo en los países socios de su bloque.

En posiciones intermedias se encuentran el resto de países vitivinícolas, como Estados Unidos, Australia y Sudáfrica, que negocian en forma particular sus acuerdos, pero al tratarse de países grandes, tienden a mantener políticas más cerradas o proteccionistas.

Estados Unidos pertenece al NAFTA, lo que le otorga arancel cero entre sus miembros, pero fuera de eso, no ha conseguido cerrar la negociación de un TLC con la Unión Europea, a pesar de años de negociación, y en general, en el resto de países importadores de vinos, no cuenta con preferencias arancelarias.

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