Por: Ings. Agr. Laura Abraham y Laura Alturria. Universidad Nacional de Cuyo. Facultad de Ciencias Agrarias. (Provincia de Mendoza, Argentina , 2013).

La huella de carbono describe la cantidad de emisiones de gases efecto invernadero causadas por una actividad, de un individuo, de un producto o de una organización. Es el modo en que las organizaciones e individuos evalúan su comportamiento frente al cambio climático. Se obtiene a partir de la cuantificación de Gases Efecto Invernadero (GEI) que son aquellos cuya presencia en la atmósfera contribuyen al efecto invernadero ya que retienen la energía proveniente de la radiación solar que se emite desde el suelo. El cambio climático se refiere a los eventos ocasionados por el calentamiento global (aumento de la temperatura media mundial) causado por el incremento de los GEI en la atmósfera (PAS 2050).
Dada la importancia que está tomando el Cambio Climático a nivel mundial y a las numerosas iniciativas privadas y públicas (PAS 2050, ISO 14044, GHG Protocol3) de contabilizar la huella de carbono se hizo un estudio empírico aplicado al cultivo de vid en el Oasis Norte de la Provincia de Mendoza.
Para el cálculo se consideran datos de insumos y labores del cultivo según las prácticas de manejo más frecuentes que se realizan en la provincia de Mendoza. En este caso se tienen en cuenta los GEI asociados a la producción agrícola: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y oxido nitroso (N2O). Estos gases se originan en cultivos a través de distintas prácticas como el uso de fertilizantes nitrogenados, los cambios de uso del suelo, entre otros. Cada uno de estos gases tiene un potencial de calentamiento global de la atmósfera, el cual para facilitar los cálculos de huella de carbono se expresan en equivalente CO2