Por: Antoniolli, Ester R.; Alturria, Laura V.; Ceresa, Alejandro M.; Solsona, Juan E.; Winter, Patricia; Galiotti, Hugo; Fonzar, Alfredo (2011).
En: Revista de la Facultad de Ciencias Agrarias, Vol. 43, no. 1, pp. 111-125.

Cuando un posible consumidor de vinos decide su compra, lo hace influenciado por factores relacionados no sólo con la calidad del producto sino también con el conocimiento que tiene de la marca. Esta investigación se inició con un mapeo de vinos ofrecidos en puntos de venta minorista del Gran Mendoza, para luego realizar una degustación a ciegas con panelistas de la provincia de Mendoza, de sectores de ingresos medios, cuya única condición era la de ser consumidor de vinos. Los vinos elegidos para degustar fueron los que tenían presencia importante en los lugares de venta. Además se realizó una selección en góndola simulada, con vinos presentados con sus precios y packaging. La apreciación sensorial se complementó con el precio que el consumidor pagaría por lo que estaba degustando. En la selección en góndola el panelista no eligió el envase tetrabrik aunque después, al degustar a ciegas el producto, había predisposición a pagar mayor precio que el de mercado. La explicación de tal comportamiento podría encontrarse en que el envase tetrabrik podría asociarse a una clase social baja, mientras que la botella a las clases sociales de mayor ingreso. El análisis sensorial (sentidos: visual, olfativo, gustativo y equilibrio) permitió observar que los panelistas otorgan puntuaciones superiores a la media del rango especificado, en los precios más bajos. El consumidor tiene disposición a pagar precios menores a medida que los precios en góndola son más altos.