Por: Zuluaga, J. ; A. Drovandi); A. Bermejillo ; D. Cónsoli ; A. Valdés; C. Salcedo; A. Morsucci. En: V Jornadas de Actualización en Riego y Fertirriego. Agricultura de regadío y adaptación al cambio climático: desafío para una producción sostenible de calidad. Mendoza, Argentina 11, 12 y 13 agosto de 2010

En las últimas décadas, el Oasis Norte de Mendoza ha soportado un gran crecimiento urbanoindustrial, donde no siempre se depuran correctamente los efluentes, sumado a los efectos de un tipo de agricultura intensiva (Chambouleyron, J. et al., 2002) En este oasis se encuentra el llamado "Cinturón Verde", en el que se demandan grandes cantidades de agua para riego, plaguicidas y fertilizantes, cuyos excesos se lixivian hacia los acuíferos, provocando un impacto negativo en zonas aguas abajo, donde el recurso se usa para riego y consumo humano. Esta zona es monitoreada por este grupo de investigación desde el año 1999.
La puesta en funcionamiento del embalse Potrerillos ha significado que se paliaran los habituales déficit de primavera, habiéndose modificado la recarga del acuífero. Al desaparecer los sólidos en suspensión, se ha provocado un aumento en la infiltración en los canales, modificándose el drenaje de las tierras agrícolas y aumentando la contaminación salina de los suelos.
En este trabajo se evaluaron parámetros de calidad del agua de riego, superficial, subterránea y de drenaje en el Cinturón Verde de Mendoza a lo largo del ciclo agrícola. Con financiamiento del CRA-INA y la SECTYP-UNCuyo para el bienio 2009-2011, se han realizado, desde marzo de 2009, 6 muestreos para evaluar nitratos, fosfatos, pH, CEA y algunos metales pesados en muestras de agua. Se analizaron las relaciones existentes entre los diversos parámetros que determinan la calidad del agua, permitiendo dar recomendaciones para un manejo más sustentable del recurso hídrico en el área.
En general, los valores de pH están comprendidos entre 7 y 8, característicos de las aguas de Mendoza. Sin embargo, en algunos puntos aparecen valores inferiores, probablemente debido al vertido de efluentes industriales. Las aguas en estudio se pueden agrupar en tres de las categorías de Riverside. Las subterráneas, si bien presentaron los menores valores de salinidad, pertenecerían a la categoría C3. Las aguas de drenaje corresponden a la categoría C4, incluyendo el caso del Arroyo Leyes, que es el que alcanza los mayores valores de salinidad. Analizando RAS y CEA, le corresponde C4S1, con "baja peligrosidad sódica y alta salinidad". El resto de las aguas en estudio, en general se encontrarían en la categoría de C3S1, con "salinidad media a alta y baja peligrosidad sódica", cuyo uso debería hacerse en suelos de moderada a buena permeabilidad y con cultivos de mediana tolerancia a la salinidad.