Por: Morábito J., R. Hernández, S. Salatino y C. Mirábile. En: Conagua 2009. Trelew, Chubut, Argentina. La provincia de Mendoza está ubicada en una zona desértica cuya media de lluvias es inferior a los 200 mm/año. Sólo un 3% del área está cultivada. La única forma de expansión de su frontera agrícola dependerá -fundamentalmente- del eficiente aprovechamiento de sus escasos recursos hídricos. El objetivo del trabajo es conocer la demanda de riego de los principales cultivos de la zona centro de la provincia a los fines de una planificación racional del uso del agua y de un manejo eficiente del riego a nivel parcelario. Para lograr el objetivo propuesto, se seleccionaron dos (2) estaciones del Servicio Meteorológico Nacional (SMN): San Carlos y La Consulta y, para cada una de ellas y para cada uno de los 10 años del período seleccionado (serie histórica), utilizando el programa CROPWAT, se modeló la evapotranspiración del cultivo de referencia mensual (ETo, Penman-Monteith, FAO). Mediante el programa SMADA (Eaglin, 1998), se obtuvieron valores de ETo para tres probabilidades de ocurrencia (80, 50 y 20 %). Para el resto de los cálculos se utilizó la probabilidad de ocurrencia del 50 % de la ETo (año medio). Se determinó también, la evapotranspiración mensual (ETc) para los cultivos más importantes de la zona, utilizando valores de Kc obtenidos localmente y/o de bibliografía. Se determinaron, además, las necesidades netas mensuales de cada cultivo (mm) considerando distintas probabilidades de precipitación (20, 50 y 80 %), también calculadas con el programa SMADA (Eaglin, 1998). Los resultados se presentan en gráficos de evapotranspiración de los cultivos más importantes de cada una de las estaciones y en tablas con las necesidades netas de cada uno de ellos, para tres probabilidades de ocurrencia de la precipitación 20%, 50% y 80%. Para estos cálculos se tuvo en cuenta una probabilidad de ocurrencia de ETo del 50% En conclusión, disponer de esta información permite un manejo más eficiente del riego a nivel parcelario, ya que para ello es necesario conocer las necesidades hídricas de cada cultivo y así obtener su máximo rendimiento. Además esta información será de utilidad para llevar a cabo una planificación racional del uso del agua tanto a nivel parcelario como zonal.