Por: Fulvia Farinelli, Karina Fernandez-Stark, Javier Meneses, Soledad Meneses, Nanno Mulder and Karim Reuse. En: AAWE WORKING PAPER No. 218. Julio 2017

La industria del vino chilena ha atravesado un fuerte aumento en sus exportaciones. Existen diferentes explicaciones que explican este fenómeno. Pero sin dudas, la utilización de servicios con uso intensivo de conocimiento ha jugado un rol fundamental.

Para analizar el papel de este tipo de servicios en la vitivinicultura chilena, se entrevistaron a enólogos de bodegas cuyas exportaciones representan el 42% de las exportaciones de vino de Chile. Se hizo hincapié en algunos servicios, que fueron agrupados en 5 segmentos, como se muestra en la tabla 1.




Los servicios relacionados con la preparación de viñedos están entre los más subcontratados (alrededor de dos tercios). Esto tiene lógica ya que solo se necesitan una vez. Si bien la tercerización es alta independientemente del tamaño de las empresas, la tercerización parcial es mayor en las más grandes. Lo más subcontratado es la instalación de equipos de riego y los servicios de análisis topográficos.

En lo que respecta a la producción de uvas aproximadamente la mitad es tercerizada. Lo que más se subcontrata son servicios vinculados con material vegetal para nuevas plantaciones y agricultura de precisión. Y lo que menos, son aquellos vinculados al control de heladas. Las empresas grandes subcontratan más en viñedos experimentales, control de heladas y agricultura de precisión, y las pequeñas en estaciones meteorológicas y en el alquiler de maquinaria para cosecha.

Los servicios relacionados con la elaboración de vino son los menos tercerizados. Los únicos que se subcontratan en más de un 50% son cata de vinos y capacitación de personal (motivado por subsidios). También suelen tercerizarse servicios relacionados con el manejo del contenido alcohólico, el embotellado y la osmosis inversa.

El otro segmento que está entre los más tercerizados es de logística. Los servicios relacionados con la documentación de exportación y (lógicamente) el transporte marítimo son los más subcontratados. En cambio, los servicios incluidos en el segmento distribución y marketing están entre los menos subcontratados. Aunque más de la mitad de las empresas tercerizan servicios de catering (para visitantes) y diseño de etiquetas.

En líneas generales, resulta impactante el grado de subcontratación de servicios con uso intensivo de conocimiento a lo largo de la cadena de valor. El 80% de las bodegas entrevistadas confirmaron que usan intensamente 38 tipos de servicios entre los 5 segmentos. La cantidad de servicios que son totalmente subcontratados es aproximadamente similar a la cantidad de servicios que son realizados por las mismas empresas.

Debido a la gran demanda, el sector está en un periodo en el que muchos proveedores se están especializando en producir servicios de alta calidad para bodegas de todos los tamaños. La utilización de estos servicios con uso extensivo de conocimientos ayuda, en parte, a explicar como Chile ha logrado convertirse en el cuarto exportador mundial de vino.