Por: Rodolfo Richard-Jorba. En: Anuario Nº 6 del Centro de Estudios Históricos "Profesor Carlos A. Segreti", Córdoba, 2007.

El desarrollo de la vitivinicultura capitalista en la provincia de Mendoza durante el último tercio del siglo XIX y comienzos del XX, respondió a un conjunto de factores exógenos y endógenos que, combinados, potenciaron la transformación de una economía mercantil en una próspera economía agroindustrial. La integración física y económica del territorio argentino con una red ferroviaria que crecía a ritmos extraordinarios; la consolidación de un poder central; el ingreso masivo de inmigrantes de la cuenca del Mediterráneo quienes, como fuertes consumidores de vinos, ampliaban la demanda que debía satisfacerse con importaciones crecientes; y la existencia de un grupo oligárquico modernizante e innovador en Mendoza, que diseñó y aplicó desde el poder políticas promocionales para la viticultura, se cuentan entre estos factores concurrentes. La vigencia actual de la agroindustria vitivinícola y su creciente presencia y reconocimiento internacionales, muestran una evolución exitosa que, sin perjuicio de numerosas crisis (algunas muy graves), ha logrado consolidar al sector en una posición clave de la economía provincial.
En este trabajo trataremos uno de los múltiples factores que posibilitaron aquel desarrollo: la introducción y difusión de tecnología agrícola. Con ello se procuraba la rápida expansión del cultivo vitícola con el fin de incrementar la oferta de materia prima a procesar para atender la creciente demanda de vinos en el mercado nacional.
Resulta de particular interés establecer cómo evolucionó el proceso de implantación y difusión del viñedo capitalista y qué actores intervinieron, porque existió una contradicción significativa entre el diseño del modelo vitivinícola pensado por miembros prominentes de la elite mendocina y los caminos que recorrieron, finalmente, quienes tuvieron que construir la parte agrícola del edificio de la nueva agroindustria. Este proceso tuvo una gran riqueza, lo mismo que el que desarrolló la etapa industrial.
Inicialmente nos habíamos propuesto una investigación conjunta de ambas etapas, pero la información disponible hizo aconsejable emprender un camino por separado, sin duda más arduo, pero que estimamos redundará en resultados de mayor amplitud. Por esta razón abordaremos solamente la etapa agrícola.
Hemos retomado investigaciones previas sobre este tema incorporando nuevas fuentes, sobre todo documentación privada, que posibilitan un abordaje novedoso para establecer el rol desempeñado por diversos actores en la introducción y difusión de técnicas de cultivo vitícola.