Por: Schilardi, C., Morábito J. y Vallone, R. En: Conagua 2009. Trelew, Argentina

El área regadía de la cuenca del río Tunuyán Superior abarca 41.601 ha con derechos de riego superficial. El 94% del área de la cuenca es utilizada con fines agrícolas, siendo indispensable el desarrollo de indicadores que permitan conocer la eficiencia del uso del agua para riego y detectar los principales problemas y soluciones para un desarrollo sustentable de la cuenca. El objetivo general del estudio, en una primera etapa, es caracterizar los parámetros físicos del riego por superficie que permitan posteriormente, en una segunda etapa, conocer el grado de aprovechamiento del agua de riego en el interior de las propiedades agrícolas del área de influencia del Río Tunuyán en su tramo superior. Se utiliza la metodología de Chambouleyron y Morábito (1982) en riegos sin desagüe al pie y la de Walker & Skogerboe (1987) y los estándares de ASAE (American Society of Agricultural Engineering, 2000) para los casos de riego con desagüe al pie. Se realiza una evaluación de riego cada 800 ha en coincidencia con tres momentos del ciclo de cultivo que implican distintos requerimientos de agua (otoño-invierno, primavera y verano). Se determinan los principales parámetros físicos del riego por superficie. Los mismos se analizan según zona de manejo, estación y método de riego. Los resultados obtenidos para la cuenca indican: i) predomina el riego por surcos con desagüe, texturas de suelo franco, pendientes del 0,87 %; ii) caudales de manejo y unitario de 53 L s-1 y 1,24 L s-1m-1respectivamente, longitud promedio de la parcela de riego 123 m, tiempo de aplicación de 7hs; iii) la infiltración básica de los suelos es de 5,3 mm h-1; iv) lámina promedio de reposición (dn), bruta (db), infiltrada (dinf), escurrida (de), almacenada (dal) y percolada (dper), 63 mm, 153 mm, 79 mm, 75 mm, 55 mm, 26 mm respectivamente.
Los parámetros obtenidos permiten caracterizar el riego agrícola que normalmente ejecutan los agricultores sobre el área de estudio, y en una posterior etapa permitirá caracterizar las eficiencias o rendimientos de riego actuales y potenciales de la zona bajo estudio.